Las casas de apuestas lo tenían claro desde hace tiempo, pero en los días previos al Festival de Eurovisión, Ucrania confirmaba su liderazgo con posibilidades del 60% de hacerse con la victoria. Evidentemente, las apuestas no son siempre reflejo del Festival, pero con los datos de este año lo de Kalush Orchestra parecía más que obvio.
Y es que con simples matemáticas su victoria se veía venir: el televoto para el país, motivado por la situación bélica y la solidaridad que mucha gente pensó demostrar con sus votos, iba a ser enorme. Por lo tanto, a poco que el jurado valorara su propuesta, el país habría ganado Eurovisión. Y el jurado otorgó a Ucrania 192 puntos.
Merecidos, ojo, porque Kalush Orchestra presentaba este año una buena canción, ‘Stefania’, que mezclaba componentes étnicos con elementos de hip-hop y contaba con una puesta en escena llamativa y bastante memorable. Sobre todo en un año de muchas candidaturas sobrias y muchísimo downtempo.
Como decimos, con 192 puntos de jurado en la mesa, raro iba a ser que el televoto fallara y no los coronara. Y no lo hizo: 439 puntos nada menos se agenciaron los ucranianos, llevando su total a 631 puntos. Contaron con los doces del jurado y Letonia, Lituania, Moldavia, Polonia y Rumanía (paradójicamente todos colindantes al país), pero también con los doces del televoto de la friolera de 28 países. Efectivamente, 28 de los 40 países le dieron el doce a Ucrania. Otros diez países les dieron sus dieces y sólo dos los votaron con ocho puntos. Las cosas así, las otras dos favoritas, Reino Unido y España, se conformaban con apenas un doce del televoto cada una: el de Malta y Grecia respectivamente.
Aún se desconoce si Ucrania estará en condiciones de preparar Eurovisión el año que viene pero todo apunta a que no podrá llevarlo a cabo. En principio, la BBC tomaría el mando del Festival aunque varios países, incluido España, han ofrecido sus sedes también. Veremos cómo se desarrolla el asunto.