‘Factor X’ terminó en Telecinco con una media de audiencia del 6,4% de share y 450k espectadores. Una audiencia más digna de Cuatro cuya puñalada final fue que su final apenas marcó un 5,5% de share, incluso por debajo de la media, con apenas 399k espectadores. Hemos visto a más gente reunida en Vistalegre para ver a Jessie J. Y ya os decimos que allí estaban apenas Jessica y Jay.

El programa ha generado tan poca conversación social, que por un momentos los directivos han debido pensar que las redes sociales se habían quedado mudas. Las redes sociales eran prácticamente Charlie Chaplin. Se ha hablado tan poco del concurso que su audiencia potencial era una asociación de mimos de Huesca. Y ellos, el día de la final, se conoce que tenían una cena y no pudieron verlo.

El caso es que Aye Alfonso ha sido la ganadora de todo este tinglado. La concursante de la… erm, única ‘polémica‘ del concurso. Por llamarlo de alguna manera. La concursante se enfrentó en una de las galas a Vanesa Martín, que se mostró poco entrenada en estos formatos, y a Lali, que se mostró demasiado entrenada. Entre la una y la otra, no encontraron el tono televisivo al asunto.

El resumen es que Aye Alfonso, que se presentaba con una idea folkie-moderna latina, no se tomó muy bien las críticas de un jurado que decía ser constructivo. “No he visto a la artista que me gustaría como ganadora de este ‘Factor X’. Paraguay, ole. Pero ser artista es otra cosa”, le dijo Vanesa Martín cuando Abraham vistió a la concursante de Halsey y la puso a hacer de Karol G en una gala. Vanesa, que ese fue el comentario que le hizo (énfasis en el “Paraguay, ole” que implicitamente dice “sois los que la estáis votando”), insistió en otra emisión en lo constructivo del asunto. La misma Vanesa que hablo de “limpiar la harina del pescado para dejarlo fino” para refererise al proceso de casting.

Olvidaos de Vygotsky, Vanesa Martín es la verdadera madre del constructivismo. Y no nos malinterpretéis: no le pedimos eso a ‘Factor X’. Esto es show. Es un casting de cara al público, hay que dar tele. Pero entonces démosla de forma consciente.

La cuestión es que, en el poco tiempo que han durado las galas del concurso, el público ha coronado a Aye Alfonso. Posiblemente por dos motivos: es de la única que habían oído hablar y tenía un público votante potencial. Igual que Ainhoa en ‘OT‘. Así que ‘Factor X‘ acabó resumido en ese ‘Paraguay, ole‘, pero sin el retintín que le había puesto la Martín.

Y a otra cosa, mariposa. Tenéis la movida resumida en este estupendo hilo de Kevin Tage con vídeos breves. Como el programa.

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