Llevaos las manos a la boca, levantad las cejas con ímpetu y fingid absoluto estupor: Eurovisión Asia ha sido cancelado, después de un total de cero ediciones, y apenas un año después de su anuncio oficial. Michael Ebeid, director de SBS, ha confirmado que el Festival no se emitirá por ahora.
La noticia se veía venir, porque hemos visto y leído más noticias sobre el debut de Álvaro Gango que sobre el posible arranque del programa, pero lo que no imaginábamos es que su cancelación ha sido debida a que a los países asiáticos, esto de Eurovisión, se la barniza. No entendemos como algo llamado EUROvisión podría no interesarles, la verdad, si era el nombre perfecto para ellos, ideado por una gran mente del marketing asiático.
Ni 10 países se han mostrado interesados en participar en el evento, con lo que su celebración ha pasado a denominarse “no prioritaria”, aunque también se habla de un anuncio en las próximas semanas, que insuflaría oxígeno a la idea.
¿Cómo? Pues según los primeros rumores, porque no hay nada confirmado, con una versión Pacífica del festival. Vamos, una estrategia para contentar a Australia y pedirle, con sutileza, que deje de meterse en el Eurovisión europeo, donde ha vuelto a confirmar su presencia para 2019. Se desconoce con certeza si esa será la noticia final, y si veremos, palomitas en mano, la batalla musical entre Brunei, Nueva Caledonia y Papúa, pero sí se sabe que después de hacer el anuncio, se volverán a poner manos a la obra para intentarlo con Eurovisión Asia.
Como primera idea: ¿qué tal quitar el Euro del nombre e intentar convertir el programa en algo más interesante para el público asiático? Y como segunda idea, y final, intentemos no hacer anuncios que luego sabemos que no van a cumplirse del todo.