Este año he decidido echar un ojo con mayor detenimiento a las 36 canciones que se presentan a Eurovisión. De una en una, ire desgranando las candidaturas a la victoria en Basilea, Suiza. Eurovisión se celebrará el próximo mes de mayo, entre los días 13 y 17, celebrándose la final en este último, donde España peleará por su enésimo bottom con Esa Diva de Melody.
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El país en el que me detengo hoy es Dinamarca.
La canción
El EDM genérico que tanto nos gusta en el universo pop eurovisivo y que básicamente consiste en coger una palabra pomposa y repetirla de forma continua sobre una base machacona, preferiblemente antecedida o continuada por un verso susurrado o en falsete. Podría ser ‘alucinación‘ como podrían ser palabras como éxtasis, sinfonía, resiliencia o retroarticulación. Si les metes una buena base sacada de los archivos del Guetta dosmilero, ya te hace las veces.
Y ese es exactamente el trabajo que Sissal ha hecho con su propuesta de este año. Ella pone toda la carne en el asador del clubbing de tardeo, no del de las tres de la mañana. Del clubbing que permite un momento coreográfico en el que no todo el mundo vaya con dos copitas de más aún. Ese momento en el que aún puedes hablar con tus amigas, pero también, de pronto y por qué no, puedes hacer un split en el suelo mientras gritas “woo, woo” a ritmo del beat dance-pop.
El vídeo / la actuación
Es un tanto confusa. Desprende muchísima energía que tanto la cantante como los bailarines emplean para hacer… absolutamente nada. No parecen tener muy claro qué hacer en ese escenario, pero claro, ahí no luce ni que los ventiladores sepan realmente cuál es su función: cuando se activan por primera vez, en vez de darle aire desde el frente o abajo, a la pobre Sissal se le viene todo el pelo a la cara por que tiene detrás el mismísimo Katrina. Y ya os digo que con semejantes pestañas, lo raro es que el pelucón no se le haya enredado al a primera.
Ella está living con su performance, aunque esté puesta por el Ayuntamiento. Dinamarca ha decidido darlo todo con unos visuales de efecto velocidad, mucho aire, mucho humo, un momento pirotécnico y la seguridad de que nadie que vea las semifinales con amigos pueda resistirse a levantar la servilleta y gritar con fervor a favor de que pase este himno de clubs. Hasta que escuchen otro par más y se les olvide por completo de qué país era esta canción. Y la canción en sí misma. De hecho, tratando de recordarla tras el vídeo, he terminado tarareando Illusion de Dua Lipa. Imaginad.
¿Qué opciones se le ven?
Poquitas, la verdad. Sissal aparece en el #27 de las casas de apuestas de este año, actualmente apenas un par de posiciones por encima de otro banger de body ajustado: el de Melody. Dinamarca tendrá que replantear toda su puesta en escena si quiere que Europa se rinda a los pues de cualquier canción media de playlisting findesemanesco.
Ahora que las semifinales están repartidas (Sissal actuará durante la segunda), sus posibilidades de ganarla son iguales que en la final, de un 1% según las casas de apuestas, aunque en este caso está situada en el 10º puesto de 15 países. De ser así, conseguiría un pase para la final del sábado. Id preparando las lentejuelas y las medias de cristal.
