Este año he decidido echar un ojo con mayor detenimiento a las 36 canciones que se presentan a Eurovisión. De una en una, ire desgranando las candidaturas a la victoria en Basilea, Suiza. Eurovisión se celebrará el próximo mes de mayo, entre los días 13 y 17, celebrándose la final en este último, donde España peleará por su enésimo bottom con Esa Diva de Melody.


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El país en el que me detengo hoy es Bélgica.

La canción

No para, no para, no para. Bélgica apuesta este año por los ritmos machacones, el clubbing, el barroquismo EDM y ese estilo vocal que solo existe en Eurovisión y en los discos de Agoney. Strobe Lights apuesta por mantener al oyente como en un estado de hipnosis con una base que lo tengan queriendo mover los pies mirando el suelo mientras piensa: “¿era un Trident lo que me he comido hace un rato?”.

Red Sebastian acompaña a todo esto con bien de grito, bien de falsete, que más vale que sepa sostener en condiciones durante el directo en el Festival, porque de lo contrario su propuesta a parecer un ataque terrorista a un refugio gatuno. Bélgica este año va a conquistar a todo aquel que disfrutó de la ruta del bakalao y está ahora haciendo la de la beluga.

El vídeo / la actuación

Lo apuesta todo al rojo, que no es una apuesta especialmente original, pero sí bastante memorable. De nuevo todo un poco Agoney, aunque en lo del español le veíamos una lógica mayor al empleo del color. Aunque si te llamas Red, también sería un poco raro que después lo decoraras todo en todos tierra. Claro que si vamos a estar en ese nivel de coherencia lingüística, más vale que nunca llevemos a una representante llamada Mamen al Festival.

Red Sebastian no se complica: se pone aesthetic pero si él se llama Red y va todo en rojo, pues la canción se titula Strobe Lights y lo llena todo de ídems. Mucho efecto estraboscópico, mucho ambiente de discoteca y urgencia, mucha sensación de llevar cuatro horas de subidón aunque el tema dure tres minutos.

¿Qué opciones se le ven?

Pues en las casas de apuestas está la cosa curiosa: por un lado va séptimo en aquello de ganar, pero después, si antendemos a lo que la gente está votando para las semi-finales, Bélgica se colaría por lo pelos entre los candidatos de la primera. Yo creo que este pescado está más vendido de lo que parece y que, salvo desastres vocales durante la performance, esta es una de esas apuestas con cara de top10. Es euro-genérica, multi-target, fácil de recordar y estéticamente apetecible. En televisión, lo tiene todo ganado.

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