Cambiamos de tercio en nuestra sección eurovisiva, y habiendo terminado de repasar el paso de España por el Festival en los últimos 20 años, procedemos ahora a recordar algunos de los mayores hits que hayan pasado por Eurovisión: ojo, no os hablamos de buenas posiciones, sino de canciones que por a o por b, nos tocaron la fibra en su momento.
Hoy vamos con ‘Dancing Lasha Tumbai’, una loquísima propuesta que le dio el éxito y la polémica al mismo nivel a la Ucrania de hace 11 años.
Era una contundente mamarrachada de corte dance-europop de las muchas que inundaban por aquel entonces los recopilatorios de poca monta que se lanzaban desde discográficas pequeñas de música de baile. Que visto desde la perspectiva actual nos parece algo imposible, pero en 2007 no hacía tanto que O-Zone había conquistado Europa entera e incluso Estados Unidos con ‘Dragostea Din Tei’. Por favor, ¡que aquello terminó sampleado en un hit de T.I. & Rihanna!
La elección de Verka como representante ucraniana no llegó sin polémica, primero porque era una drag queen en un país no especialmente abierto a la comunidad LGTB -algún político del país llego a decir que “harían el ridículo en Eurovisión” por haberla seleccionado-, y segundo, por la letra de la canción y su título, cuyo ‘Lasha Tumbai’ se parecía fonéticamente demasiado a ‘Russia goodbye’.
Habiendo sido seleccionada apenas un par de años después de la Revolución Naranja en el país, que chocó directamente con la opinión del gobierno ruso. De hecho, si atendemos a los coros, cuando dicen “I want you sing lasha tumbai” es muy fácil entender “I want to sing Russia goodbye”. La polémica se extendió aún más cuando Verka indicó que “lasha tumbai” era un expresión de Mongolia que significaba “batido”, algo completamente falso, que expuso aún más la intencionalidad de las palabras inventadas.
Era prácticamente una extensión de lo que se preveía para Verka. Es decir, ella tenía bien claro en qué consistía su propuesta, y en su presentación en el escenario eurovisivo no la varío demasiado. Engalanada con un traje de lentejuelas y espejos, una estrella gigante en la cabeza, y habiendo colocado a los bailarines dos trajes planteados de pies a cabeza, la drag salió al escenario a convencer a Europa de ponerse a bailar con ‘Dacing Lasha Tumbai’.
En la fila de pantallas led que abrazaba el escenario, más bolas de espejos de discoteca setentera, por si el concepto no había quedado demasiado claro y uno no se veía reflejado hasta en los lóbulos de Verka, y un grupo de coristas poniendo la nota discordante, vestidos de dorado, subidos a plataformas de gogó en la parte de atrás de la actuación.
Como dato curioso, cuando Verka sale a corretear por el escenario, y da un pequeño azote en el culo a sus coristas, sólo lo hace con las dos muchachas de las esquinas, y al llegar al centro, donde está el único hombre del coro, se lo piensa dos veces y finalmente decide pasar de largo. ¿Por qué?
Mucha coreografía absurda, mucha cara aún más absurda, y un despliegue de pan y circo para una de las más rocambolescas presentaciones que se recuerdan en los últimos 20 años de Eurovisión.
Como poco, igual de curioso que la presentación en sí: Verka Serduchka quedó segunda en la tabla de puntuaciones de 2007 con 235 puntos, a 33 de hacerse con la victoria. Para muchos, fue incomprensible que la canción quedara tan bien posicionada, habiendo recibido los 12 puntos de Andorra, República Checa, Letonia, Portugal y Polonia (enorme shade de nuestro dos vecinos a España, especialmente de Andorra, que pasó totalmente de votar a D’Nash).
Para muchos otros, sin embargo, lo incomprensible fue que Serduchka perdiera el Festival contra un de las victorias menos memorables de Eurovisión en los dosmiles, la del ‘Molitva’ de Marija Šerifović, de Serbia, que se llevó la máxima puntuación de Austria, Bosnia Herzegovina, Croacia, Finlandia, Macedonia, Hungría, Montenegro, Eslovenia y Suiza, para sorpresa de muchos, que veían desde casa que la canción se convertía en ganadora de la edición con una canción dramática, sin excesos visuales y tremendamente sobria.
Eso sí, a pesar de haber perdido en el Festival, Verka Serduchka se desquitó con los resultado en listas: mientras la canción ganadora pasaba sin pena ni gloria por Europa, ella se colgaba del #2 finlandes, el #6 francés, el #6 sueco, el #31 irlandés e incluso del #28 del complicado mercado británico, no demasiado amigo de Eurovisión y mucho menos aún con canciones en lengua no inglesa.