Cambiamos de tercio en nuestra sección eurovisiva, y habiendo terminado de repasar el paso de España por el Festival en los últimos 20 años, procedemos ahora a recordar algunos de los mayores hits que hayan pasado por Eurovisión: ojo, no os hablamos de buenas posiciones, sino de canciones que por a o por b, nos tocaron la fibra en su momento.
Hoy vamos con ‘Cry Baby’, el primer y único cero contundente del Reino Unido, en 2003.
Vamos a hablar claro: en el 2003 y en el Reino Unido, esto apenas llegaba un poco tarde a ser un hit. Pero ya os decimos que, en las manos correctas y en 2002, esto se hubiera colado en el top10 británico sin duda alguna. ‘Cry Baby’ era todo lo que se le podía pedir al pop de consumo rápido de la época: tenía una guitarra española porque nunca era uno suficientemente almeriense, tenía una base de música disco porque don’t-stop-movin’-to-the-funky-funky-beat, y la estructura de la canción pop británica de toda la vida: verso-bridge-estribillo-verso-estribillo-estribillo-middle8-estribillo-estribillosuperpuesto. In-fa-li-ble.
Estaba compuesta por el británico Martin Isherwood, que ha tenido 15 hits en su carrera como compositor en el Reino Unido, ha estado unido a Eurovisión unas cuantas veces y después del fiasco de Jemini, fue profesor de música en distintas escuelas y conservatorios, además de DJ y letrista.
El vídeo del tema, por cierto, ya daba ciertas señales de lo muy en serio que UK se estaba tomando su candidatura de la época: rodado con un cutrísimo croma, la pareja de cantantes posaba y hacía el playback de la canción de manera bastante chunga. Tras el shock de la separación de Steps y con los tres top10s de H&Claire aún calentitos sobre la mesa, ¿alguien duda de que el público votó a la pareja como simil de aquellos muchachos? Lamentablemente, sólo la canción y el aspecto los unía a Claire Richards e Ian Watkins.
Louis Walsh llegó a tachar la actuación de “cuadro” y de “merecedora” de los cero puntos que obtuvo por estar “completamente desafinada”. Y por una vez, se obró el milagro, Louis Walsh tenía toda la razón. Aquel fue el problema de Jemini en Eurovisión, más allá de que el tipo de pop que hacían era bastante localmente funcional, porque el resto de Europa estaba a otra cosa mientras UK se entregaba al disco-pop. Era su momento de ser horteras, y los demás, mirábamos desde la barrera con entusiasmo y palomitas.
Y claro, no veas como se pasaron de tuerca en el escenario: ella, que no podía llevar un vestido más corto y más Modas Menchu, él, que parecía un animador de hotel a las 7 de la tarde, gritando “come on, Latvia! Que no me bailáis nada, vamos, señora, anímese que llega Paquito El Chocolatero”. Y todo esto, con todo el tallaje de más que a ella le faltaba.
Vocalmente, como decíamos al inicio, fue un cuadro del Thyssen. Jemini confirmarían después que un problema de sonido hizo que no pudieran escuchar la pista de fondo y provocó que empezaran desafinados y la cosa no remontara nunca. Es más, empeoró: los gallos de la muchacha en el par de notas altas de ‘Cry Baby’ hicieron de Manel Navarro un cantante pitch-perfect eurovisivo. Y en todo caso, sus excusas fueron un poco de andar por casa: en los ensayos desafinaron también, menos, cierto, pero desafinaron.
El resultado fue un desastre de calibre épico: fue el primer, y todavía único, cero para el Reino Unido, pero lo que es peor: fue el primer cero de una canción en inglés de toda la historia de Eurovisión. Nadie, absolutamente ningún país se molestó en levantar el teléfono para apoyar a Jemini, y los muchachos tuvieron que volverse a casa con un bochornoso resultado que les dio todo tipo de titulares críticos. Y lo que es peor: sabiendo que ni siquiera habían hecho una buena actuación en la que apoyarse a pesar del fracaso.
Con esto y con todo, ‘Cry Baby’ alcanzó el #15 de la lista de singles la semana siguiente a Eurovisión, una vez fue lanzado en formato físico -recordemos que en 2003 las descargas eran el cariño de toda esta gente-. ¿Veis como os decimos que esto hubiera sido un hit de no ser por todo lo que le rodeaba? De hecho, sus tres semanas en lista y su top20 hacen de ella el ‘Cry Baby’ más popular de todos los que han entrado en lista en UK, por encima del #40 de Spiller en 2002 y el de Cee-Lo Green, #58, en 2011.
Jemini se separaron, oh sorpresa, poco después del Festival de Eurovisión, y no llegaron a lanzar absolutamente nada más. Hace unos años, ella fue detenida y juzgada por fraude fiscal, y fue condenada a trabajos sociales y 30 días de prisión. Ahí es nada. No la detuvieron por lo de Eurovisión, y mírala, siguió haciendo esfuerzos.