Cambiamos de tercio en nuestra sección eurovisiva, y habiendo terminado de repasar el paso de España por el Festival en los últimos 20 años, procedemos ahora a recordar algunos de los mayores hits que hayan pasado por Eurovisión: ojo, no os hablamos de buenas posiciones, sino de canciones que por a o por b, nos tocaron la fibra en su momento.
Hoy nos quedamos en 1969, bien atrás en el tiempo, para recordar la que sigue siendo la última victoria de nuestro país en Eurovisión: un evento agridulce porque un 25% de los países participantes terminaron ganando.
Salomé tuvo una gala tipo Pastora Soler o tipo El Sueño De Morfeo para ir a Eurovisión: se presentaron unos cuantos temas, gente random los cantaba, luego los cantaba ella, y finalmente se elegía la canción ganadora. Y como en las galas de Pastora y Morfeo, la ganadora era más que obvia. Tanto es así que ‘Vivo Cantando’ obtuvo 47 puntos durante la preselección y la segunda canción más votada, ‘Amigos, Amigos’, 8 puntos. Imaginad el resto del marcador.
‘Vivo Cantando’ era un uptempo ye-ye que visto desde la perspectiva de hoy día, suena como si a La Casa Azul le tocara diseñar una canción para la franquicia Bond. Un poco de entradilla épica, un momento de “te corto el rollo cuando creías ir a ponerte a bailar” y luego ya el subidón rompecaderas que te dura hasta el final, cuando acabas en urgencias porque te has dejado las piernas en el tercer “hey!”.
El tema de Salomé fue compuesto por María José de Ceratto y Aniano Alcalde, y fue traducida a nada menos que 8 idiomas, incluyendo el euskera o el serbocroata. Como dato curioso, el tema se tituló “Estoy Nerviosa” en euskera y “El Sentimiento Del Amor” en inglés. Vamos, que las traducciones fueron de todo menos literales.
Salomé apareció en el escenario de Eurovisión rizando el rizo de su actuación en la preselección de TVE. Si en ella llevaba una camiseta con algunos flecos, para Eurovisión se colocó un vestido de Pertegaz de 14 kilos de flecos de porcelana. ¿No queríais flecos? Pues tomad dos tazas. Bueno, dos no, una vajilla entera de tazas. Para colmo de males, al cuello de Salomé iban tres collares de otro kilo de peso por cada collar. Es decir, que la posibilidad de que la cantante hubiera acabado con algún hueso roto durante su performance era bastante elevada.
Al principio de la actuación, Salomé se venía arriba bailando mientras la suerte de Il Divo que ejercía de sus coro llevaba las riendas, pero pronto se mostraba súper comedida en su papel de cantante seria con un tema melódico. De pronto, la cámara pillaba su primer plano y Salomé se convertía en vuestra profesora de latín de secundaria, cantándoos la canción como si tuvieras que entenderla sílaba a sílaba. Y mientras, ponía cara de “¿pero os estáis o no enterando? Es que ahora van a empezar a venir los “hey”s y como no hayáis pillado esta parte, os quedáis luego atrás”…
Y estribillo. Se podía bailar, pero despacito. Porque después llegaría el segundo estribillo, que es donde ya se podía dar más de uno mismo. Y el tercero, donde ya se volvía una loca. Y el cuarto, donde Salomé era ya una Baticao. Vamos, le dais dos estribillos más y acaba haciendo un dead drop con la peluca colgando de la escultura trasera.
España ganaba Eurovisión con 18 puntos. Chica, pues bueno, Amaia y Alfred tuvieron 61 y quedaron 23ºs. Evidentemente, sobra decir que el sistema de votación de la época era muy distinto al actual: por cada jurado en el que quedabas favorito, el país te otorgaba un punto. Es decir, que si a Sole Gimenez y Merche les gustara, por ejemplo, Rumanía, Rumanía conseguiría dos puntos de España. Etc.
Con lo cual, Salomé convenció a 18 jurados. Y Francia a otros 18. Y Países Bajos a otros 18. Y Reino Unido a otros 18. Y se montó un follón, porque nunca se había empatado en la victoria, y Laura Valenzuela se volvió un poco locatis al presentar la situación, porque por no haber, no había ni premios para todos. Sobra explicar que esta situación provocó que se decidiera un sistema de desempate de cara al futuro.
Al final, la última victoria de España en Eurovisión, hace ya 51 años, resultó un poco agridulce. Países Bajos organizó el Festival al año siguiente, en 1970. Igual que en 2020… oh wait.
‘Vivo Cantando’ fue un enorme hit que ha trascendido a nivel generacional en el país, fue #1 de Los40 y suma más de 750.000 escuchas en Spotify hasta ahora.
Recordad que podéis escuchar este y todos los #eurohits anteriores en nuestro playlist de Spotify.