Eurohits | Bélgica 2006 | ‘Je T’adore’, de Kate Ryan

Eurohits | Bélgica 2006 | ‘Je T’adore’, de Kate Ryan

Cambiamos de tercio en nuestra sección eurovisiva, y habiendo terminado de repasar el paso de España por el Festival en los últimos 20 años, procedemos ahora a recordar algunos de los mayores hits que hayan pasado por Eurovisión: ojo, no os hablamos de buenas posiciones, sino de canciones que por a o por b, nos tocaron la fibra en su momento.

Hoy arrancamos con ‘Je T’adore’, un tema de Kate Ryan para Bélgica en el año 2006.

 

Kate Ryan cometía un error bastante común del que muchos, incluidas algunas propuestas de España, aún no aprenden: el de pasarse de “eurovisiva” en su propuesta. ‘Je T’adore’ es un claro ejemplo del giving the gays what the gays want, a la espera de que un montón de gente envuelta en brillantina y con neones en las manos cojan el teléfono para votar y le den a uno la victoria.

Y no nos malinterpretéis, ‘Je T’adore’ es un tema pop fantástico, es un banger hortera de los que no fallan un sábado noche, es el playback frente al espejo, la ducha del domingo por la mañana, la pelea de confeti del cumpleaños de un amigo, es puro y duro Eurovisión. Pero se pasó de rosca, y el público la dejó tirada. A pesar de lo sencillísimamente recordable de sus versos, a pesar del bridge que anuncia un estribillo épico, a pesar del… erm, estribillo épico. Y del francés.

Y de hecho, a pesar también de Kate Ryan, que no era precisamente una recién llegada para el público europeo. La muchacha venía de conquistar las pistas de baile a principios de década con sus trallazos bacala y sus versiones de clásicos de producción chunda-chunda, pero en ‘Je T’adore’, se había decidido por la reconversión a estrella del pop. A lo chic. Del cubata a la copa de Martini en un crucero gay.

Y de hecho, ojo a su cutrísimo vídeo, porque además de ver a Kate sobrebronceada y a punto de hacerse un Eva Zaldívar con unas puertas de madera, notaréis la canción que representa a Bélgica parece más Mediterránea que cualquier isla griega.

 

Como os decíamos con la canción, es complicado hacer Eurovisión más Eurovisión: una diva en francenglish, vestida con un carísimo vestido de cristales Swarovski que para colmo de males tenía más vuelo que la casa de Dorothy en ‘El Mago De Oz’, ventiladores, micrófonos neón, bailarines haciendo coreografías de musical de Broadway y coristas que tienen el volumen demasiado alto.

No falló nada, y a la vez, todo falló: el volumen de la voz de Kate subía y bajaba sin ton ni son, dejando más o menos expuestas a las dos muchachas del coro, la cantante se apartaba el vestido varias veces para no perder el paso de sus tacones en lo que hubiera sido un inoportuno tropiezo, y hasta la cámara enfoca al suelo del green room en un momento determinado de apenas unos segundos.

Qué maravilla.

 

Trágico, especialmente después de que la prensa de 2006 citara el tema como uno de los favoritos para hacerse con la victoria en aquella edición. Kate Ryan no llegó siquiera a la final del Festival, quedando 12ª en su semi, con apenas 69 puntos para ‘Je T’adore’, consiguiendo un máximo de 7 puntos por parte de Andorra, Malta y Holanda. De los 37 países que podían votar al tema, apenas lo hicieron 17, y de esos 17, apenas 7 le dieron más de cinco puntos a la artista.

Por tanto, Kate Ryan se quedó fuera de la final, desconsolada, y únicamente reconfortada con el #1 de la canción en su país natal. En cualquier caso ‘Je T’Adore’ no fue precisamente un hit para la artista, que consiguió poco más de un par de top40s por Europa. España, por ejemplo, volvería a abrazarla un par de años después, con ‘Ella Elle L’a’ o ‘Babacar’.

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