Hablemos de ‘Stranger Things’, que es una serie de la que poca gente habla, la verdad, y lo mismo no se le está dando el bombo que merece. Es que ya está bien de que a una producción de Netflix apenas se le de bombo alguno. Estamos hartos de quejarnos de ellos. El caso es que la ficción está en serios problemas, porque la han acusado de plagio.
Y de un plagio curioso, además, porque Charlie Kessler, el demandante, afirma que vendió el proyecto al equipo de la serie, hace años, y lo rechazaron, aunque finalmente se basaron en él para hacer la serie. Vamos a ponernos en situación: en el año 2012, Kessler tiene una idea para un corto llamada ‘Montauk’, que habla de experimentos secretos del gobierno en un pequeño pueblo americano.
El muchacho acude, en 2014, a los creadores de ‘Stranger Things’, que le dicen que se vaya fuera de la oficina, que es un estorbo para su visto, que es un cuadro, y que ciao. Pero, oh sorpresa, dos años después, la serie se estrena con una premisa bastante similar, y ojo, manteniendo el nombre del pueblo que utilizó Kessler en ‘Montauk’.
No es de extrañar, por tanto, que el director quiera que o bien se le ofrezcan ingresos por el proyecto o bien ser paralicen y destruyan todas las ideas que tiene en común con su original, lo que sería un problema para la serie en caso de que fuera real que se basa en su premisa. De hecho, el director alega que los hermanos Duffer vendieron a Netflix el proyecto bajo el título ‘The Montauk Project’, lo que haría más evidente aún el plagio.
¿Acabará la justicia dándole la razón o su alegato no tiene ni pies ni cabeza?