Los fans de EMEIE están un poco nerviosos con la prensa porque consideran que la cantante sólo se gana los titulares cuando ofrece un directo espantoso, pero no cuando lo hace bien. Bueno, pues EMEIE acaba de dar un buen concierto en Villanueva De La Serena, y ya que sus seguidores se empeñan en que esto sea noticia, hagámonos eco. Imaginad todos los días la portada de El País: “París amanece sin atentados”, porque es que París siempre es noticia cuando atentan contra ella y no cuando no.
El caso es que la artista se dejó el blíster de nerviosismo en casa, decidió dar la vuelta entera al pueblo para evitar las 40 rampas oblicuas que había de camino al escenario, y se lanzó a presentar su striptease emocional sobre el escenario. Un disco, ‘Nacidos Para Creer’, que tiene una buena colección de canciones interpretadas con algún exceso de más. Sobre el escenario, esta vez al menos, los excesos fueron vocales y bien pocos, demostrando que EMEIE sigue estando en forma escénica cuando le da por hacer locuras del estilo de ensayar para un concierto, u otras del estilo de no dirigirse de manera hostil al público que la observa.
El recinto ferial se llenó, Montero cerró el show sin incidentes y bueno, esto no sería noticia de no ser porque la culpa de que EMEIE hiciera el ridículo aquel otro día fuera de los medios. De ella no, de los medios.
Y es que los fans siguen la estrategia -bastante Taylor Swift, por cierto- que ha seguido la propia intérprete. La de utilizar las críticas como herramienta y sacarlas en cada entrevista, como en la última que ha dado para El Mundo, donde sigue equiparando todas las críticas que se le hacen: lo mismo da que se hable de engordar, que de no dar una sola nota.
Todo inventos de la prensa. ¿Que da un concierto horrible? “Es que dicen tantas cosas, que si me cambio la cara…”. ¿Que hace una entrevista chunga? “Claro, dicen que me cambio la cara…” ¿Que asesina a toda una aldea en Chiapas? “He tenido que leer que me cambio la cara…”. Sigue resultando curioso que su actitud errática sobre aquel escenario siga justificándola con fallos de sonido. Que cantara mal sigue siendo lo de menos de aquella noche. Pero ella define la respuesta de los medios como “bullying”, “acoso” y “masacre”. Así, sencillita.
Por cierto, tarda una pregunta en decir “ajuste de cuentas”, tres para “striptease emocional”, y media docena en “no saben nada de mí”. Lamentablemente, nada de “a cuánto vendes tú la verdad”.
