Si no fuera porque las consecuencias de esta campaña pueden llegar a ser trágicas, realmente estaría riéndome más de toda la situación de los Estados Hundidos estas semanas. En los últimos días, además de asegurar que los migrantes de Springfield están comiéndose los gatos y perros de sus vecinos -imaginamos que el precio del pavo está disparado en esa economía-, también ha sido noticia por hacer una surrealista campaña por el voto latino en sus mítines.

Al más puro estilo Trump, el candidato republicado ha pedido el voto al pueblo latino de Estados Hundidos despreciándolos los máximo posible. Y a ese juego se han apuntado tres pardillos de aúpa: Nicky Jam, Anuel AA y Justin Quiles. Y claro, han hecho el ridículo que era previsible que hicieran cuando Trump los ha presentado en el escenario.

Primeras víctimas: Anuel y Justin. Los dos raperos eran presentados como “leyendas” de la música de Puerto Rico (LOL) para acto seguido ser humillados con un “no creo que la gente sepa quién coño sois”. Maravilla mientras ellos subían al escenario:

“Dos leyendas de la música de Puerto Rico, son dos leyendas: Justin Quiles y Anuel. ¿Sabéis quién son? ¿Tenéis idea de quién coño son? Subid rápido. ¡Rápido! Porque no creo que está gente sepa quién coño sois. Pero es bueno para el voto portorriqueño. Todos los portorriqueños van a votar por Trump ahora. Nos sirve.”

“Es bueno para el voto portorriqueño”. Es decir, es alucinante el “me la sudáis lo más grande, pero hijo, hay que conseguir el voto de los panchitos” de forma tan abierta. Le faltó escupirles en la cara, pero tenía el saco de los escupitajos a medio llenar y se reservó después para, qué sé yo, una refugiada afgana que encontrara en su camino de vuelta. Justin Quiles, a quien le faltan varias papas p’al kilo, se quedó mirando un rato como las vacas miran al tren. Anuel, que tampoco es precisamente el lápiz más afilado de su estuche, estaba pensando cuánta Tarta de Santiago le quedaba en la furgo para cuando todo eso acabara y claro, estaba en pleno éxtasis.

Segunda víctima: Nicky Jam. Y eso que esto ocurrió días después de la humillación a los otros dos parguelas. Pues con eso y con todo, Nicky se puso su mejor viserita de chico lisssssssto y se prestó al circo. Y claro, salió escaldado:

“¿Sabeis quien es Nicky? Está buenísima. ¿Dónde está Nicky? Gracias, Nicki por estar aquí. ¡Oh, mirad! Me alegro de que haya subido.”

Trump, obvio, no tenía ni idea de quién era ese señor. Por supuesto, pensó que era una mujer por llamarse Nicky y, por supuesto también, tuvo que valorar lo buena que estaba. Y ahí que subió Jam, con cara de acabar de abrir una lamparita para la mesilla regalo de Paloma Cuesta, mientras Trump se daba cuenta del bochorno pero no hacía demasiado para remediarlo.

Estos mítines se han convertido en un detector de memos infalible. Esperemos que alguno más pique y lo sumemos a la lista. Lástima que Manu Tenorio no tenga casa en Miami.

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