Que un artista suspenda un concierto no es tan poco habitual. Puede haber fallado la venta de entradas, puede haberse constipado o en el último momento caerse el pantallón y tener que parar el show. Cosas que pasan, no todo puede estar bajo control. Pero no es tan habitual que un concierto se suspenda una vez arrancado, por lo que lo de El Fnde en su último show en Los Angeles ha sido noticia.
Abel aparecía en el escenario, con el estadio repleto, el staging ya en funcionamiento… y llegaba a poder interpretar apenas una canción. Así lo hacía saber en redes sociales horas después de tener que poner punto y final al show:
«Mi voz desapareció tras el primer tema, estoy devastado. Noté como la perdía y se me paró el corazón. Mi más sinceras disculpas hacia los fans que estaban aquí. Prometo que os lo compensaré pronto con una nueva fecha.»
El cantante canceló habiendo arrancado el concierto, pero eso sí, al menos le echó los bemoles suficientes para ser él mismo quien lo anunciaba en directo. Aparecía de nuevo en el escenario para pedir disculpas a sus seguidores y anunciar que se había quedado sin voz y no podía continuar. De haber seguido, se hubiera marcado lo que en España conocemos como un tour de Omar Montes.
«Lo siento muchísimo chicos, no sé lo que acaba de pasar, pero he perdido mi voz. Esto me está matando y no quiero parar el show, pero ahora mismo no puedo daros el concierto que quiero daros. Me aseguraré de que todo el mundo reciba su dinero de vuelta y haré un concierto realmente pronto. Pero quería salir y disculparme personalmente ante vosotros.»
Lo gracioso del vídeo es que pueden verse todos los estados de una gran estrella en directo: el de inseguridad inicial, el de esperar a que el público lo vitoree mientras se queda en silencio -un poco el punto paripé necesario para convertir la cancelación en momentum– y el instante de drama final cuando se da la vuelta ya con la voz quebrada diciendo «lo siento».
