Antes de ir al grano, tenemos que hablar de Belén Aguilera. Estamos en 2025, el tema de que las letras no se entiendan en absoluto en las canciones ya pasó. Es una moda que todos hemos superado ya, el pop sigue teniendo un poco de síndrome de música de ascensor pero el rollito este de lengua de trapo y dicción de Isabel Gemio ya fue. Estamos a otra. Entonces, Belén, por favor, desde aquí te pido -te ruego- que no sigas lanzando composiciones estupendas que nadie puede entender. Porque ya es un devaluar la letra en favor de nada. Antes tenía un sentido de tendencia, ahora mismo ya no tiene ninguno.
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Porque efectivamente, en Laberinto vuelve a no entenderse nada. Y no es solo por el efecto de distorsión muy marca de la casa, sino porque está arrastradísima, cuando la canción claramente pide -al menos en algunas partes- una Belén que tenga más claridad en lo vocal. Laberinto bebe de la música de El Fantasma De La Ópera -los puentes hacen un guiño a la canción que da título a la obra-, el vídeo bebe de El Fantasma De La Opera y el resto bebe de la Belén Aguilera con más tino para hacer canciones pop. Y de eso bebe tanto que lleva un pedo de no sostenerse. Es muy buena canción pop. Porque si tiene un ojo en el musical clásico, el otro lo tiene en Mecano y esa bizquera da lugar a una pieza estupenda.
La gracia de Belén Aguilera es que nunca parece pretender hacer algo especialmente pegadizo. Aunque lo termine siendo. Entonces Laberinto juega con la lírica, con el dance, con la electrónica… se retuerce, se disfruta y se desarrolla sin que el oyente sepa si está en plena Gran Vía en el último arrebato de modernez de algún director joven o escuchando algo que podría tener cabida en la radio si la radio no fuera más carca que Andrew Lloyd Webber.
Laberinto es el primer single desde Anela, el nuevo álbum de Belén Aguilera, que tratará de “los sueños, los deseos, la búsqueda de la identidad y las consecuencias de perseguir algo a ciegas”. Vamos, un poco como su carátula, será un viaje en LSD desde la tercera butaca del Royal Albert Hall una noche en la debían dar Cats pero lo acabaron cancelando.
Será tu rollo si: tu canción favorita cantada por Miguel Nández en OT fue Caruso; tienes la colección de discos de Daniel Diges; siempre supiste que, algún día, Charli XCX sería mainstream.