El nuevo single de Juanjo Bona y Martin Urrutia tiene crispada a la gente. Que es una cosa como muy ‘OT‘, generar división de opiniones dignas de una Guerra Civil en la que nos tiramos unos a otros, en vez de bombas, ediciones imposibles del disco de turno de cada concursante. Una libretita de Chiara, un disco de Mireya Bravo al que le han borrado la nariz de la carátula, lo mejor de Lucas Curotto en formato carpetita de gomas. Sea lo que fuere lo mejor de Lucas Curotto.
La batalla de esta semana es ‘El Destello’, que es algo… curiosa. Pero también es cierto que Martin y Juanjo están yendo sorprendentemente a su pedo. El primero, porque está sudando un rato largo de las prisas post-talent habiendo priorizado la grabación de ‘Mariliendre‘ a cualquier single slash disco que pudiera haber antepuesto. El segundo porque tuvo las narices de presentarse con una jota-pop y salir bien parado del asunto. Y ahora los dos aparecen con una canción compuesta por Hidrogenesse.
Y entonces claro, tienen a la mitad de Stan Twitter diciendo que qué coño es esto, que si no tiene ganchos, que si suenan súper agudos, que si es horroroso; y a la otra mitad diciendo que esto es una joya, que si @ latin grammys, que si cancelen las próximas nominaciones al Hall Of Fame del rock americano, que ya le han entregado a ellos dos las mismas.
¿Qué opino yo? Que esto es una monería, que está escrita con muchísimo gusto y que me encanta que esquive estructuras super previsibles y aún así, de algún modo, encuentre un estribillo. Es cierto que me pega más para Urrutia que para Bona, es también cierto que unirse en un single cuando -así de primeras- sus elecciones musicales van a ser dispares es un poco aprovechar el morbo realitero, pero también es cierto que la canción habla de su relación. Entonces no iba Martin a cantarla con Mikel Erentxun.
Está destinada al público inde, que a lo mejor es un público que tampoco tiene el ojo especialmente echado en la pareja. Pero chica, más vale que nos entreguen proyectos así que cosas hechas a toda prisa para agotar stock en cuatro Corte Ingleses. Muy a favor de esta delicadeza y este pop atrevido.
Será tu rollo si: tienes como melodía de móvil un tintineo que suena cristalino; duermes con una emisora lo-fi de fondo; valoras un buen cojín de terciopelo.