Vaya semanita llevan los festivales de la capital… en cuestión de horas, el Dcode y el Primavera Sound han dicho ‘chimpún‘ y cancelado sus próximas ediciones.

El primero en anunciarlo ha sido el Dcode, aunque la cosa se veía venir desde hacía semanas: con un cartel con bastante peso nacional pero una oferta más limitada que otros años, el principal atractivo era un concierto completo de Lewis Capaldi como cabeza de cartel. Sin embargo, el reciente ataque de tourette del artista en Glastonbury le llevó a cancelar todos sus compromisos en directo de ahí en adelante, incluyendo, obviamente, el paso por el Festival.

Y el Dcode no reaccionó. Al menos no de cara a la galería: no había un plan B, con lo que el Festival se puso a buscar un artista de peso que pudiera sustituir a Capaldi. Y en medio de la vorágine festivalera del verano, les ha sido imposible encontrar a alguien que actúe en su lugar. Las cosas así, el Festival completo se ha cancelado, porque mucha gente estaba reclamando el importe de sus entradas. El resto de nombres no podían tirar con la programación sin un show, digamos… principal.

El Primavera Sound 2024 cayó poco después. Este sí celebró su primera edición en Madrid -se celebra en Barcelona en su edición normal-, pero las quejas por el recinto y la organización fueron numerosas. Después de valorarlo detenidamente, el Festival ha decidido no continuar su periplo fuera de sus habituales fronteras y suspender, a falta de recinto alternativo, su siguiente edición en la capital.

¿Qué pasará con el Brava?

Con esta oleada de cancelaciones, la pregunta ahora es… ¿peligra el Brava Festival en el que, en el 22 y 23 de septiembre, actuarán gente como Sugababes, Melanie C, Mika o Loreen? Pues de primeras, que exista constancia… no. En principio, los artistas tienen guardada la fecha, algunos de ellos -pocos- han anunciado su presencia en redes sociales y todo debería seguir su cauce normal.

¿Cuál es la sospecha entonces? Pues la sospecha pasa por varios factores: el hecho de que el line-up carezca de un nombre nacional potente que sostenga el resto de cartel de pop internacional de público más nicho y de una edad más concreta; el hecho de que no se ha dado la anunciada subida de precios del abono, que sigue a una cantidad bajísima para lo que suelen ser estos eventos; y el hecho de que sigan publicitándolo en redes que da la impresión de que el ticketing está siendo más bajo de lo previsto.

Ahora bien, todas estas suposiciones son estrictamente subjetivas: objetivamente hablando, nada apunta a que vaya a cancelarse. Pero nosotros, después de haber vivido lo del Diversity en Valencia… nos esperamos cualquier cosa.

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