Drake está tomando a los holandeses por el pito de un sereno. Y no lo decimos nosotros, lo dicen sus actos: el cantante tenía que haber actuado en Amsterdam el pasado 20 de enero, pero terminó retrasando el concierto al día 26 del mismo mes. Cuando todo parecía en orden, y el concierto iba a tener lugar, apenas 24 horas antes del show el cantante de clásicos como ‘Madonna’ anunciaba que tampoco, que no iba a poder salir al escenario hasta el 27 de marzo.
Imaginaos la cara de la gente que había comprado los billetes. Que de residir en Holanda, la gracia que te hace un segundo retraso y con tan poca antelación debe ser de traca, pero las risas que se habrían echado aquellos que viajaron al país con un vuelo, reserva de hotel y demás gastos. En fin, con la cara gacha y la desesperación de no poder ver a Drake en directo, el público de su concierto volvió al Ziggo Dome, donde iba a tener lugar su show, anoche 27 de marzo, tal y como su tercera fecha indicaba.
¿Y qué ocurrió? Pues que todo el mundo pudo entrar, no hubo avisos de retraso o cancelación -por una vez-, y la gente, feliz como una perdiz ocupó sus asientos en el evento. Pero Drake jamás salió. No pudieron bailar con ‘One Dance’, no hubo ni un sólo beat presente de ‘Find Your Love’. De hecho, más que amor, lo que el público encontró fue a una muchacha que salió al escenario, benditos sus ovarios para afrontar el momento, para anunciar que Drake no saldría a escena.
El concierto ha vuelto a ser pospuesto hasta mañana 29 de marzo, pero francamente, de ser nosotros parte del público holandés, ya estaríamos pidiendo de vuelta el dinero de la entrada, y dejaríamos que Drake se enfrentara a un evento con más calvas entre el público que la cabeza de Carlos Lozano.
Drake, por cierto, alegó estar enfermo: de esas enfermedades que uno no tiene horas antes pero de pronto le entrar al ir a trabajar. Apostamos por, no sé, gripe aviar o el zika.
Drake is ziek en treedt niet op. #ziggo pic.twitter.com/ZT9dBfoaRe
— Jeroen Gortworst (@jeroengortworst) 27 de marzo de 2017
