Tras quince días de espera con una falsa final en el camino y un puente que ha extendido nuestra agonía hasta mediados de diciembre, por fin se ha coronado a la ganadora de ‘Drag Race España‘ en su cuarta temporada. Las reinas han llevado su show final al teatro Príncipe Pío de Madrid en el que, tras la retransmisión de una alfombra rosa muy al estilo VMA, hemos podido disfrutarlas a todas, recordar que ha sido una temporada de gran casting y sí, por fin, coronar a la reina entre las reinas

Las tres actuaciones finales

Chloe, Le Cocó y La Bella Vampi (sí, ha sufrido un Tamara-Ambar-Yurena en el transcurso de la final) tuvieron que pelear su pase al playback decisivo con una actuación interpretando una canción inédita. Un tema creado especialmente para la ocasión en el que las finalistas se presentaran, se vendieran y sirvieran en bandeja todo su poderío. Así quedaron las cosas

  • Chloe Vittu | Lo mejor de su hyperpop fueron dos cosas: el approach que hizo a la Gen-Z (que valoramos mucho el drag que recuerda el pasado, pero también debemos hacerlo con el que mira al futuro) y el verso “contacta por Bizum, quizás tengas suerte”, que sinceramente me parece un éxito. Chloe apostó por la diversión, el absurdo y el truco del tetamen que, a estas alturas, está manidísimo pero también es normal que lo recupere por aquello de ser marca de la casa. Se abrió una cerveza con el Vittu en otro momento álgido de su performance y, en general, aunque se veía venir que sería eliminada, lo dio todo de sí. Todo, hasta que la peluca voló por los aires y deslució el final. Hija, en un momento así… tres kilos de pegamento si hace falta.

  • Le Cocó | Le Cocó optó por el número pop-dance más, digamos, estándar. Que no quiere decir que no sirviera: aprovechó para recordar su historia personal, se definió como alguien que ha sacado garra porque ha necesitado hacerlo, y aunque por momento se la veía un poco demasiado pendiente de la coreografía, lo cierto es que en cuanto recaptaba a lo cámaras, su actitud estaba por las nubes. Una vez más, Le Cocó demostró que uno puede confiar en que, con ella, todo va a salir lo redondo que puede salir. Sin nervios, Pilardos.
  • La Bella Vampi | Para mí fue el número de la noche y en el momento en que lo ejecutó, pensé que la corona estaría en su cabeza. Si llega a depender todo de esta ronda, posiblemente hubiera ganado. Mezcló el cuple con un buen trallazo house, todo fue absolutamente teatral, tan pasado como presente, la interpretación vocal era magnífica, sexy, disfrutona, ella clavaba el playback y la coreografía… fue difícil sacarle pegas a un número que, además, contaba con un mensaje en el que las drags suelen incidir: aquello de que no por ir montadas son un mono de feria al que poder manosear. Se mira, pero no se toca.

El lipsync final: La Bella Vampi VS Le Cocó

Qué pena el último playback, la verdad sea dicha, depués de vivir semejantes tres actuaciones de las finalistas. Le Cocó y La Bella Vampi, que anunciaba su cambio de nombre al terminar su número original, se jugaron la corona tras caer Chloe eliminada. Como os decía antes, un movimiento un tanto predecible por el nivel de sus competidoras y por el cagadón de la peluca en el suelo.

Digo que qué pena, porque la canción elegida no funcionó en absoluto. Y eso que, en la teoría, en el papel, ‘Va Todo Al Ganador’ de ABBA (interpretada por Nina) es un trallazo intenso que debería arrasar en un número drag. Pero no lo hace porque es larga. Necesita desarrollo, porque solo funciona si la historia va sumando y sumando. Cuando hay un corte y de pronto la canción se lanza a la piscina todo resulta anticlimático. Se pierde la emoción y no se le permite ser explicada.

Y anoche ocurrió eso: las concursantes sirvieron, pero la canción no les jugó a favor. Vampi tardó demasiado en hacer un reveal que, siendo francos, tampoco revelaba nada de especial interés. Y se había mantenido muy estática jugando la carta del buen playback. Pero esto es la final, hay que ser actriz pero también hay que encontrar el show.

De modo que Le Cocó, con un par de ases en la manga, acabó llevándose el lipsync calentito. Sí, estuvo exagerada y sobreactuada, pero incluso pasada de rosca supo encontrar más cómo sacar partido del tema. ¿El momento clave? Cuando la canción dice “me toca a mí perder” y ella, mirando al público, hizo un gesto de silencio y se saltó la linea en el playback. En ese instante, Vampi perdía la corona.

La ganadora: Le Cocó

En ese momento, aparecía Pitita en el escenario explicando a las supuestas fashion queens de la temporada lo que es ser una actual fashion queen. Una que, de paso, no necesita concentrar su talento en pasarse la vida susurrando y con cara de haber esnifado un pedo. Pitita, el cetro, y la corona que apareció desde un columpio en los aires, pasaron a coronar a Le Cocó que, efectivamente, había sacado más partido del clásico de ABBA.

Una coronación más previsible por parte del programa, premiado a la reina más profesional y consistente, aunque no tan previsible como las de años anteriores -especialmente la de Pitita en sí misma, que no parecía tener competencia desde el día de entrada al taller-. Emocionada (aunque como siempre, habrá que esperar a ver la reacción real porque allí se grabaron los dos finales que evitan spoilers antes de la emisión), Le Cocó se paseó ya coronada por el escenario del teatro.

Una edición de ‘Drag Race’ que llega a su fin y que recordaremos, además de por una justa ganadora, por ser una de las que mejor casting y desarrollo ha tenido, que nos ha dado momentos de diversión, de drama, niñateo y un jurado que ha sabido aflojar -a veces demasiado: esas barbas en pasarela…- para volver a dar lo mejor de sí mismo.

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