Cerrad los ojos. Imaginad una discografía loca donde las haya. Tomaos vuestro tiempo. Jesús, eliminad Mecano de las opciones, ya han hablado de ello lo suficiente como para cuatro generaciones. ¿Alaska? ¿Pero qué estáis imaginando? Mirad, mejor si abrís los ojos y os preparáis para que analicemos para vosotros la discografía de Shakira. Porque sí, a esa nos referíamos, que no sabemos dónde tenéis la cabeza. Bienvenidos a Hits Don’t Lie, la sección en la que desgranaremos los singles de la colombiana uno a uno.

¡Preparaos para mover las caderas y arranquemos un nuevo visionado!

El argumento y la metodología


Shakira venía de publicar dos discos como artista adolescente con los que se había comido, con permiso de escatología momentánea, una mierda. De modo que decidió aparcar todos los outfits de ‘Drag Race México‘ con los que llevaba vistiéndose dos años y ocupar su tiempo en terminar sus estudios y prepararse con contundencia.

Tras casi dos años de parón artístico y personal, aparece en un recopilatorio rock (?) la canción ‘¿Dónde Estás Corazón?‘. Y es el único tema de su tracklist que llama la atención de medios colombianos y emisoras de radio, con lo que los jefes de discográfica deciden volver a darle a Shakira la oportunidad de grabar un disco. Y a esas alturas ya no lucía Verónica Romero haciendo un cosplay de Thalía, sino que estaba en su fase cantautora noventera.

Y compuso una balada. Una cosa tierna, emocionante. Y una vez terminada, el productor del tema -y ella misma, puesto que figura como coproductora- decidieron que lo suyo era que tuviera una base dance. Y un sólo de armónica, que iba fenomenal con la base chunda-chunda. La canción estaba entonces a medio camino entre lo bailable y lo emotivo. De pronto estaba Shakira lanzado lamnetos en ad-lib en clave balleno, de pronto estaba Shakira haciendo listas interminables de cosas rapeándolas, que es algo muy de la artista por la época. ¿Cuántas canciones sois capaces de reconocer por su rap? Ella a ratos quería ser Selena Quintanilla, a ratos Rocío Dúrcal y a ratos Will Smith. Esa era parte de la magia de por entonces.

‘¿Dónde Estás Corazón?’ acabaría siendo el segundo single de su primer disco de éxito, ‘Pies Descalzos’, depués de que apostaran primero por otro trallazo con otro rap memorable: ‘Estoy Aquí’. Ya testeada con lo del recopilatorio de 1994, la canción no tardaría en convertirse un hit en los mercados latinos.

El vídeo oficial


Shakira decidió exprimir todas las posibilidades que un vídeo de los 90 le diera: un contraste tan alto que ella podría parecer Shakira, la Niña Medeiros o la protagonista de ‘The Ring‘ saliendo del pozo, una foto en llamas porque simbolism, un paraguas cayendo del techo porque ‘Friends‘ ya estaba haciendo daño a nivel aesthetics, ella entre el fuego y el escenario frío con elementos religiosos sutiles para parecer ‘Like A Prayer’ pero sin ser una fiesta de putas y curas de las que haría las delicias de cualquier fan de Bridget Jones.

Shakira aprovechaba el vídeo oficial para aparecer tocando la guitarra -recordemos que ya no era artista cabaretera de prime time de Univisión, sino que estaba sacando la carta de la credibilidad- y lucir melenón y mirada emocionante en primer plano a cámara. Anne Hathaway podría hacer lo segundo en ‘Les Miserables‘, ¿pero podría hacer lo primero? Lo dudamos.

¿A qué Shakira representa?


A la Shakira de la que los fans de más de 35 años viven perpetuamente enamorados. “A mí lo que me gustaba era la Shakira clásica”, dicen, esperando siempre que el disco de turno donde colaboran cuatro reguetoneros latinos suene a ‘Inevitable‘. Amor, la Shakira clásica a estas alturas es la de ‘Loca‘, ‘Rabiosa‘ y ‘Waka Waka’. Esa Shakira pleitocénica está de viaje. ¿Quién es, está Shakira? Ha muerto. La Shakira por la que preguntas ha muerto.

¿Cuántos golpes de cadera merece?


Le vamos a dar tres golpes de cadera, por ese momento de ternura noventera y de juventud. Hay algo en su dicción (“dundestás curasong”) que nos maravilla y además nos parece que es una canción que sirvió de base para algunas otras que llegaron después y eran una revisión mejor de esta misma. No es de lo más brillante de su catálogo, pero sí es de lo más representativo de su ‘yo‘ de entonces.

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