Si por algo recordaremos 2017, será por que hemos tenido un ‘Closer’ cada 15 días. Tanto es así, que hasta lo nuevo de Linkin Park ha sonado al tema de The Chainsmokers y Halsey. Vamos que, en cualquier momento, los últimos lanzamientos de Jewel, Sonia Madoc o Jamie Cullum podrían también sonar a electrónica a dúo con voz rándom del sexo opuesto.
Y tal y como preveías después de este párrafo, así ha vuelto Demi Lovato a acaparar la atención mediática, colaborando con Cheat Codes en la enésima reformulación de ‘Closer’, el vestido de Chanel de Marge Simpson de la temporada. La canción es cuca, no inventa nada, pero sume a Lovato y la banda electrónica en el mundo de la cierta ficción -que diría la Raquel Revuelta de ‘Homo Zapping’, en su vídeo oficial.
Primero, es cierta ficción porque de lo contrario, a Demi Lovato la acusarían de apropiación cultural por llevar esa especie de rastas hechas a base de mayonesa, pero no, porque es un universo alternativo en el que Whoopi Goldberg no está a la que salta. Segundo, es cierta ficción porque le han pedido los efectos especiales de prestado a los productores de ‘Embrujadas’, y podemos ver a todos en un mundo de cromas postapocalípticos saltando de un lugar a otro en círculos de luz rollo Stargate.
Al fin y al cabo, Demi Lovato ha hecho lo que las actrices que ganan un Oscar, pero en versión nominada al Grammy: vivir la resaca post-premios con un proyecto lo más estúpido posible, y preferiblemente, lastrado por un fiasco comercial. De momento, no ha pasado del #24 en UK y del #0 en Estados Unidos. Siempre le quedara la opción de ganar un nuevo Premio Fanta.