Hacía ya muchos meses que Demi Lovato no nos contaba que tenía un problema de adicciones. Y se conoce que la idea es ir contando la misma historia a lo largo de los años en diferentes géneros, para que el mensaje llegue a todo el mundo. Esta vez la historia llegará a los que hicieron cola hace unos días para ver a Mick Jagger, porque ‘Skin Of My Teeth’ nos trae a le Demi más rockerx.

Que igual si entendisteis el punto de que Demi tiene un problema hace ya varios álbumes, el mensaje de ‘Skin Of My Teeth’ se os hace un poco bola. Que está enfermx, que es unx superviviente, que déjalx tranquilx, que sácalx de ahí a Demi, porque sácalx de la estufa, porque se está quemando. Pero claro, ¿sois vosotros unas personas que tienen entradas para el Viña Rock? ¿Lleváis vosotros una camiseta de los Ramones no comprada en Zara sino en un actual concierto tributo? No, ¿verdad? Bueno, pues dejad a Demi que cuente otra vez la historia con guitarras.

‘Skin Of My Teeth’ devuelve a Lovato a los tiempos de Disney Chanel pero en plan adolescente de ‘Stranger Things’, con su puntito emo, su terror psicológico, su melodía pop con muchas guitarra envolviéndola -un poco la estrategia Aitana de ’11 Razones’, sin el punto chicle-, el rocánrol patrocinado por Rimmel London. ¿La canción? Un bop. ¿El mensaje? Girl, move on.

Demi ha acudido al plató de Jimmy Fallon a presentar ‘Skin Of My Teeth’, donde ha hecho mucho más enfasis en parecer Aerosmith con mullet: la todavía mujer de Ortega Cano se ha rodeado de mucho cuero, mucha banda y mucho fuego en pantalla. Sólo le ha faltado la bañera ensangrentada. Pero no le demos ideas, que ya recreó su sobredosis en un vídeo y quién sabe cuán más gráfico puede ponerse su equipo.

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