Bienvenidos a ‘Cómo Hemos Cambiado’, la sección de la web que, reivindicando a Presuntos Implicados en su nombre, va a analizar algunos de los covers más populares del mundo del pop, muchos de los cuales seguro que no sabíais que eran versiones. O seguro que sí, porque chico, hoy la Wikipedia lo desvela todo y no deja a uno ni sorprenderse de que Natalie Imbruglia lleve toda la vida viviendo de un cover. En cualquier caso, esperemos que disfrutéis de esta sección, y vamos allá con la canción que hoy nos ocupa, ‘Crickets Sing For Anamaría’.
Emma Bunton era latina muchísimo antes de que Luis Fonsi dictara que había que ser latino. Bueno, de hecho Luis Fonsi también estuvo involucrado en aquel revival latino de la artista, porque colaboraba en una de las canciones de ‘Free Me’, el segundo trabajo de Emma, y al que la Spice Girl le debe su, digamos, “sonido estrella”. Emma se refugió en el retro y en el latineo, pero no en el verbenero, sino en sonido más jazzy, samba, bossa… que dieron lugar a las canciones de aquel disco y a varias del siguiente, ‘Life In Mono’.
El cuarto single y final del trabajo fue su cover de ‘Crickets Sing For Anamaria’, una samba divertida y veraniega que buscaba cerrar el éxito del disco -es la Spice que cifras más estables consiguió en sus dos primeros álbumes, rondando ambos las 150m copias en UK- en condiciones. No lo consiguió tanto, pero es recordada como una de sus canciones más entretenidas.
Emma mantuvo las bases de la original, alargando la parte final del tema con una repetición de los segundos versos, y regresando de la parte instrumental de vuelta al estribillo y no directamente a la estrofa, como ocurría con la original. La ‘Anamaria’ de Bunton tenía mucho de la samba de la que partía, pero fue arreglada de una manera más pop y desnudada de sus elementos más tradicionales, aunque el cambio tampoco es especialmente notable.
https://youtu.be/YQ6kKlevpqs
Marcos Valle nació en Río de Janeiro y fue un músico que a partir de los años 60 se dedicó a dar forma a grandes clásicos de la música brasileña en clave samba, jazz y clásica. En 1967 compone junto a su hermano la original ‘Crickets Sing For Anamaria’, titulada ‘Os Grilos’, una pieza instrumental que después derivaría en lo que es la canción que hoy nos ocupa.
Un año después, debido al masivo éxito de la instrumental original, Marco Valle traduce (“traduce”, entendámonos) la canción al inglés, con el título que utilizaría Emma Bunton, y que hace referencia a la que por entonces era su mujer. Anamaría era como el Flautista de Hamelín pero con con los grillos. Si lo pensáis es un poco grimoso, pero recordemos que el flautista iba acompañado de malditas ratas. Dejemos de romantizar semejante horror.
‘Crickets Sing For Anamaria’ cuenta la historia de la muchacha, que queda al anochecer con otro señor -imaginamos que el propio Marcos- y trata de tener un affair con él, con tan mala suerte que, telenovela style, aparecen por allí la madre, el padre, el hermano y San Cristo bendito. Un auténtico desastre de cita nocturna.
En su original, Marcos Valle lleva la voz cantante, pero la que hace las armonías del tema es… ¡exacto, la propia Anamaría! Se conoce que los grillos la dejaron un ratito en paz y tuvo un hueco para poder ir al estudio a grabar las voces. Marcos Valle continuó componiendo -y continúa, a sus más de 70 años de edad- himnos de la música tradicional brasileña, incluyendo, de hecho, el que fuera B-Side de aquel single de Emma, ‘So Nice (Summer Samba)’.
Pues como imaginaréis, datos de listas para la canción de Marcos no tenemos, pero ‘Crickets’ es uno de esos clásicos inmortales de la música brasileña, que ha sido versionada por decenas de artistas de jazz y similares en sus shows. El single de Emma, como os contábamos, no pudo igualar los datos de sus antecesores y se quedó en un correcto #15 en el Reino Unido, vendiendo un total de 19m copias, que redondeando a datos de hoy día -esos son de 2009, 20-21m. Sí, el single físico ya estaba tocadito por aquel entonces: ‘Maybe’, el tema más vendido de esa era, con sus dos semanas en el top10, apenas tiene un total de 77m copias.
Por tanto, en esta ocasión y por muy divertida que sea la versión de Emma, con su vídeo Vale Music cervecero, las de ganar las tiene la original de Marcos Valle.
¿Con qué versión os quedáis vosotros?