Estrenamos nueva sección -no paramos oiga, no paramos, estamos que lo regalamos-: una en la que analizaremos las más llamativas carátula de álbumes, singles, mixtape, EPs o lo que se nos ponga en la punta del cover y decidiremos si habría que amarlas – #TeamHilary – y odiarlas -#TeamDavid-: arrancamos con ‘Tu Cover A Juicio’.
Hoy rebobinamos hasta 2006, cuando Pink trataba de recuperar su público perdido con ‘Try This’ y arrancaba una nueva época: la multiplatino que estaba por llegar tras ‘I’m Not Dead’:
Por un lado, porque la carátula demuestra que, en cierto modo, a Pink no la amedrentó el fracaso de su ‘Try This’ de 2003, aunque su discográfica si se quedara más tocada y retrasara este nuevo proyecto unos meses más allá de su fecha prevista: la cantante sigue demostrando actitud rock, continúa con el pelo corto y rubio, como en la etapa anterior, y la estética de ‘I’m Not Dead’, por mucha floritura y paloma que tuviera, seguía siendo bastante macarra.
También puede uno amar la carátula por lo arriesgado de la misma. Volvemos al tema de origen: Pink necesitaba hacer funcionar este álbum, y en vez de apostar por una imagen sencilla y directo, llenaba la portada de estímulos que ni centraban la atención en su nombre, casi olvidado en la esquina izquierda en colores plata, ni en el título del álbum, escondido en la parte baja. Lo que sí hacía Pink era enmarcar, quizá en exceso, su cara en la carátula, hasta el punto de resultar imposible no recordar este álbum como aquel en el que Pink salía gritando.
El título es otro punto a favor, sin duda: cuando muchos consideraban su carrera muerta, la cantante se salía con la suya manteniendo la esencia por la que había apostado anteriormente, por mucho que su single presentación, ‘Stupid Girls’, fuera un cuadro que ella misma trata de dejar atrás.
Vamos con lo más sencillo, que es que el diseño de la portada en sí es un cuadro. Algunos motivos están bien, como los de las palomas y las rosas, pero de pronto, uno se fija y ve una estrella gigante detrás, varias sobre la cabeza de Pink, unos dragones bastante chonis que lo enmarcan todo… la carátula de ‘I’m Not Dead’ es un ‘graphic design is my passion’ en toda regla.
También es bastante inconexa; el título y el logo con su nombre apuntan más a un rollo de banda heavy ochentera, algo más oscuro, con motos, con metal, y el resto apuesta por motivos naturales que en contraste quedan bastante extraños. Por otra parte, vamos a otro detalle evidente cuando nos referimos a Pink, y es que, ¿cuántas carátulas de la cantante imaginas con ella gritando? Pues bien, sólo son dos en toda su carrera, pero cualquiera lo diría.
Finalmente, apuntaremos al momento rulos de su peinado, en una época en la que, por algún motivo, la estética pin-up se consideró un total éxito. Por Dios, ¡que hasta Malú terminó posando como una en la portada de un disco suyo!
Creemos que sí, si se la hubiera liberado de tantos motivos como la inundaban, que era una portada capaz de provocar epilepsia en una generación que había conseguido sobrellevar el momento Pokémon. Hemos encontrado esta, colgada en Coverlandia, que nos ha parecido bastante más concreta: sin tanto artificio, con todos los elementos mejor unidos, y el logo mejor integrado en el conjunto, aunque resulte aún mejorable. Lo que sí hubiéramos dejado, era la cara de la cantante con la boca abierta, por mucho que nos resulte típica.
Dicho lo cual, ¿amáis ‘I’m not Dead’ o se la damos regalada a David?