Estrenamos nueva sección -no paramos oiga, no paramos, estamos que lo regalamos-: una en la que analizaremos las más llamativas carátula de álbumes, singles, mixtape, EPs o lo que se nos ponga en la punta del cover y decidiremos si habría que amarlas – #TeamHilary – y odiarlas -#TeamDavid-: arrancamos con ‘Tu Cover A Juicio’.
Hoy rebobinamos hasta 2013, cuando Lady Gaga volvía al color, y a todo color, de hecho, en la carátula de su tercer álbum, ‘Artpop’.
Bien, primero que Lady Gaga se lo curró bastante: la obra de la portada, porque sí, es una obra como tal y no está creada por ordenador, llegó de la mano de Jeff Koons, artista contemporáneo al que recordarás porque habrás visto sus esculturas de globos brillantes, o de globos con forma de perro. Él fue el encargado de dar forma no sólo a la Gaga que vemos en portada, sino a toda la carátula en sí. Con lo cual, al menos la artista tiró la casa por la ventana.
Sumado a esto, lo de volver al color no es ninguna tontería: estábamos ya en 2013 y el único álbum de Lady Gaga en color había sido su debut, ‘The Fame’, que tampoco es que estuviera bañado en él precisamente. De hecho, ‘Artpop’ es, hasta hoy día, la carátula más colorida de la cantante, que habrá hecho muchos excesos, pero ha tendido a ser bastante sobria -en cuanto a gama de color- en sus carátulas. En cuanto a transformarse en moto, ya no tanto.
Además de la escultura de Koons, en ‘Artpop’ hace un homenaje al arte bastante interesante: detrás de Gaga se presenta la escultura de ‘Daphne y Apollo’ y el cuadro de ‘El Nacimiento De Venus’, en plan collage. Apollo era el Dios de la música y Venus, lo que, se suponía, Gaga estaba representando durante toda aquella era. Es decir, que ‘Artpop’ otra cosa no, pero pensado sí que estaba.
Y finalmente, la carátula brillaba en sus primeras 500,000 copias impresas. Y mira, una diva del pop con una carátula con brillo, pues chica, no vamos a quejarnos nunca de eso.
Arranquemos explicando que Gaga se hizo, un poco, la picha un lío durante la era ‘Artpop’: los teasers eran más bien tecnológicos, con ella sobre un montón de chips, en un aparato volador, con sus gafas transparentes de soldadora subacuática… y de pronto, pasa total de todos esos conceptos y se entrega al arte clásico. Y eso que todo partía de la base de que el disco se lanzaba con una app para móvil con más contenidos, es decir, que seguía ahondando en el tema de la tecnología, pero, en realidad, ¿a quién le estaba interesando todo aquello?
Con lo cual, volantazo y a otra cosa, mariposa. Por otra parte, lo discutidísimo de la tipografía utilizada en la portada, que a muchos fans les trajo por la calle de la amargura ver las letras tan difíciles de leer y tan distorsionadas detrás de la enorme escultura.
Y luego, yendo más allá en esta aventura gráfica, seamos francos: el libreto del álbum era un completo fiasco. Dentro de él, alguna imagen con esculturas y la bola, motivos geométricos que no tenían relación alguna con el resto del concepto -la parte trasera del disco también era un cuadro, pero de comedor-, y fotos diminutas de la cantante posando para la sesión. Del vinilo ni hablamos, porque su diseño parecía más una venganza que un regalo.
Nosotros, hemos de decir, no estamos especialmente en contra de la carátula del álbum, pero aquí los que decidís sois vosotros. Lo único que hubiéramos hecho era, quizá, mantener la estética de las portadas de los singles, y la del vídeo de ‘Applause’, que nos parecía especialmente acertada y acorde al título del álbum.
Hemos encontrado esta carátula en la internet, que más o menos refleja lo que podríamos haber imaginado para ‘Artpop’. Un carátula más sencilla, con un look memorable, y sin tanta historia de esculturas, cuadros y demás, que después tiene más bien poco reflejo en el disco y su promoción.
Dicho lo cual, ¿amáis ‘Artpop’ o se la damos regalada a David?
