Chica Sobresalto lleva unos días lanzando a la basura, literalmente, a aquella muchacha debutante que, previo al impacto de ‘OT‘, promocionaba su música vestida de superheroína. La mujer con poderes sobrenaturales, no el contenido del segundo cajón de la mesilla de los Matamoros. ¿Entraba así en su era ‘Reputation‘? Pues Dios no quiera que nadie entre en una era así, la verdad, con lo que no, realmente lo que ocurría es que estaba a punto de remezclar una canción de sus inicios como el sobresalto actual lo haría.
‘Navegantes‘ era una canción súper orgánica y acústica de su primer álbum y ahora se ha convertido en una suerte de frenesí electrónico rock. Lo que en 2017 sonaba a muchacha de media melena tocando en la Búho Real, ahora suena a señora con su mejor peluca de Florence Welch y su mejor high-fashion del Shein haciendo a la gente brincar en la Independance. Todo el público dándolo todo con una canción que ella sacó de sus conversaciones con su amiga Irati y que se vive como la gente que movía el cuerpo de forma espasmódica con los temas de Dover sin saber exactamente qué narices estaban cantando.
Chica Sobresalto refleja también el cambio en el visual del tema, donde podemos ver a la Maialen de Topshop posando de forma naïve entre todas las rockeras de la escuela Debbie Harry de mirada a cámara como si el fotógrafo te debiera dinero y tú supieras que ha estafado a Haciendo haciéndose pasar por alguien que no tiene fondos. Chica Sobresalto te está acusando, a distancia, de no estar dándolo todo porque tú esperabas que esto fuera una canción de café de sobre y pastitas, mientras tu amiga la del ukelele te cuenta que ha aprendido a tocar una nueva de Tontxu.
‘Navegantes (En Pendura)’ te empuja a levantarte de esa cita, lanzarle el té encima y decirle que “de no ser por gente como ella, Macaco hubiera acabado trabajando, como debía, en el almacén de un Aldi”, mientras recoges una gabardina, te haces un moño despeinado y te dispones a salir a tomar una copa. Hasta que te das cuenta de que son las cuatro de la tarde y quizá te has acelerado antes de tiempo.
Será tu rollo si: has llevado alguna vez kimono de forma no culturalmente inconsciente; has pensado en apuntarte a clases de macramé pero sin contárselo a tus amigos; llevas Crocs.