Mira, es que no es por caer en el humor básico de que Cher es vieja, pero es que, de hecho, lo es. Vamos, que francamente, la idea de que Cher se ponga a escribir sus memorias nos parece fantástica, pero nos preguntamos si será capaz de recordar con claridad episodios de 1961 y sobre todo, si le dará tiempo a publicarlos en forma de novela. Sugerencia editorial: no contrates a George R.R. Martin para redactarlas, porque:
a) Jamás se publicarían a tiempo, y terminarían siendo lanzamiento post-mortem (muerte de los fans de Cher, no ya de la propia artista), y
b) Posiblemente Cher moriría en el tercer episodio, con una sangrienta batalla en la que Sonny Bono juraría hacerle justicia y vengarse de sus asesinos, micrófono de pie en mano.
En cualquier caso, es más probable que sea random writer quien se encargue de llevarla a cabo, porque la cantante ha anunciado, en su perfil oficial de Twitter, entre dos millones de tuits sobre si Trump esto, Trump aquello, que su plan es editarlas en 2020.
Lo más sorprendente es que los planes de Cher van más alla: también anuncia que después se llevará al cine en forma de biopic, esperemos que con ella haciendo los papeles de la Cher joven, la Cher adulta, la Cher recién nacida, y que, de paso, contrate a Meryl Streep para el papel de Georgia Holt, y así le devuelva el shade que le hicieron los productores de ‘Mamma Mia!’ al considerar que podía hacer de su madre.
Y claro, Cher va a aprovechar también de pleno el espacio entre hoy y su biopic, porque ya ha tanteado la posibilidad de darle continuación a ‘Dancing Queen’, un álbum que, sin enormes cifras de ventas, ha conquistado a casi medio millón de compradores, y que la ha mantenido en una posición relevante los últimos meses. Esperemos que si lo hace, escoja un catálogo menos obvio y dote los temas de mejores producciones. O peores, pero al menos con algo de sentido: o en serio, o en broma.