Lo más probable es que para el verano que viene, cualquier seguidor de la música pop vaya paseándose por la calle con ropa de rayas lila y negro, un flequillo que le cubra media cara y las ojeras del tamaño de los invents de Alexa Lace. Porque de pronto, estando en pleno verano, a todos les ha dado por sonar emo. Todos son ahora María José, taciturnas, vegetarianas y animalistas. Todos hablan con sus productores para su último single suene a quedada para sacrificar un cordero en una habitación repleta de velas donde después recitar las mejores canciones de Avril Lavigne como si fueran poesía.
El último en sumarse a la lista es Charlie Puth, que ha pasado del doo-wop de su primer disco, a los funkys del maravilloso pero relativamente fallido segundo álbum, a ser ahora BFF de los que quedan en Plaza Castilla para pasarse cromos de Tokio Hotel y pasarse colgantes en los que han metido algunos glóbulos rojos que venían sobrándoles. Su nuevo single, ‘I Warned Myself’, está a medio camino entre la Selena Gomez intensa y experimental -manda narices, dicho sea de paso- y Billie Eilish, que es de las que queda en lo de Plaza Castilla.
Podéis escuchar ‘I Warned Myself’ y otro puñado de hits en nuestro A-List de Spotify:
‘I Warned Myself’ se ha lanzado acompañado de su aesthetic vídeo acompañante, en el que Charlie Puth recobra el control de su pelo, rapándolo con bastante más sentido común que en el pasado, y posando con una muchacha a la que le gusta jugar con fuego, literalmente. Lo que Cascada llamaría ‘Pyromania’ en aquel single que trataba de imitar el éxito de ‘Evacuate The Dancefloor’, pero no. Lo de Charlie Puth cuela algo más, pero tampoco es especialmente brillante por mucho que el clip mole.
Está por ver si la canción va entrando con las escuchas, pero por ahora, para durar menos de tres minutos, se nos hace más larga que un día sin pan. O una escucha de ‘Lubna’. As if.