¿Sabéis cuando se decía que Fidel Castro llevaba tiempo muerto pero que estaban ocultándolo para alargar su vida mediática? Pues bueno, más o menos esta misma teoría es aplicable a Charlie Puth, que da poquísimas señales de seguir con vida en el vídeo de su nuevo single, ‘Attention’. Y es que hombre, de poco sirve que uno se ponga a lanzar su mejor single hasta la fecha si luego va a aparecer el clip oficial del mismo, y uno descubre que el chico sigue siendo The Weeknd con el carisma de un banco de anchoas.
Pero no, ni eso, que hemos descubierto que las anchoas terminan muriendo de estrés, y Charlie de eso no podría morir, porque madre mía, da la impresión de que se ha pasado con la dosis de Frenadol y está durante todo el clip al borde de la narcolepsia. ¿Qué la muchacha a la que persigue con la mirada se pone a tira jarrones a sus cristaleras? Pues él se queda impertérrito. ¿Qué le grita? Pues él sigue con la misma cara de haber visto una vaca rumiando hierba. Por la mente de Charlie no pasa nada, él ni quiere atención ni quiere seguir con sangre en las ventas pudiendo pasarse la vida promocionando Chufi.
Total, que uno termina de ver el vídeo de ‘Attention’ haciendo el esfuerzo por no caer en los brazos de Morfeo, y uno se pregunta: ¿realmente pretende Charlie Puth mantener su carrera con esfuerzos tan pobres? Chico, tampoco es que estuviéramos esperando verla montarse una coreografía con el tema, pero el vídeo necesitaba más movimiento y menos planos suyos haciéndose la intensa.
Lo mejor, a todo esto, es ese final donde te explican que la idea de la canción surgió de un tarareo en Tokio. ¿Debe ser la primera vez que un artista compone así, no? Genio de la innovación. El Steve Jobs de la industria musical.