Chappell Roan es una de las artistas pop más interesantes que nos están dando los 2020s, principalmente porque es complicado definirla mientras que, al tiempo y sin saber muy bien cómo, de algún modo nos está dando un proyecto bastante bien hilado. A ratos es Drag, es Sinead O’Connor, es Dolly, es Marina Diamandis, es Lady Gaga y es también Courtney Love. Ella todo, y sin embargo tan fácilmente situable en el panorama. Es francamente meritorio.
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Su nuevo single, The Subway, llega después de The Giver, que tenía un saborcito más country, pero no sigue su estela en lo musical, porque ya ha comentado Chappell que falta tiempo para su segundo álbum: “Tardé cinco años en escribir el anterior, así que me llevará otro largo tiempo finiquitar el siguiente”, ha comentado recientemente. Mientras tanto, irá dejando singles como este, que trata sobre el momento de superación de una ruptura y lo cuesta arriba que se hace, y que demuestra que al pop que vive inmerso en los virales de TikTok aún le queda corazoncito.
The Subway es un poco The Cranberries, un poco The Corrs, un poco Fleetwood Mac. Es de esas canciones que uno se imagina en un capítulo de Embrujadas, mientras Chappell Roan tocaría en un P3 lleno de gente vestida con ropa asimétrica y mucha decoración brilli brilli cosida a sus bordes, mientras Phoebe, Piper y Prue —o Paige, si ya está de viaje—, debaten sobre cómo ese último demonio ha sido duro de pelar. Ese demonio era la mismísima Rebeca Pous Del Toro.
Y mientras tanto, justo antes de que sonaran los créditos, en el escenario estaría Chappell Roan interpretando el último minuto de The Subway, el más épico, el que pone los pelos de punta. Porque de verdad os digo que el final de esta canción es uno de los más emocionantes que ha dado el pop en este lustro. Y el vídeo, con su surrealismo capilar neoyorquino, acompaña que da gusto.
Será tu rollo si: No puedes soportar, ni un segundo más, a Alex Warren; te encanta prepararte un cóctel en la comodidad de tu casa; consideras que nunca está de más llevar en el bolso una baraja de cartas.
