“Purificación emocional, corporal, mental y espiritual”. Es lo que significa ‘Catarsis’ y el motivo por el que Edurne ha decidido titular su séptimo álbum de estudio con ese nombre. Y sí, no hace falta que os expliquemos que este es su álbum más sincero y aquel en el que pasaréis a conocerla de verdad. Sólo que en el caso de Edurne, y sin que esto sirva de precedente, es verdad. Es su primer álbum honesto. Es el primer álbum de su carrera pensado como álbum y no como cajón desastre de un puñado de temas de catálogo. Es el primer disco de Edurne en el que Edurne ha parecido tener implicación de algún tipo.
Y es que la artista ha estado cinco años en silencio discográfico, pero nos atreveríamos a decir que desde ‘Ilusión’, sus álbumes han servido más como excusa para mantenerla en el candelero y justificar sus apariciones mediáticas, que como representación artística de sí misma. La tendencia se rompe en ‘Catarsis’, en el que Edurne, además, es autora de la mayor parte de las canciones.
Sigamos hablando del proyecto con las tres ideas que mejor lo describen.
El primer disco de Edurne sin el sello ‘trying too hard’
Edurne es una fantástica cantante, pero no es una gran estrella del pop. No es alguien que defienda con soltura un ‘Painkiller’, un ‘Ven Por Mí’, un ‘Pretty Boy’. Es alguien que lo intenta, que pondrá todo el esfuerzo del mundo en ello, pero a la que no le termina de quedar natural. Lo suyo no es el perfil Britney Spears, es el perfil Taylor Swift. Lo que Edurne es, es una cantante de canciones melódicas bonitas, tiernas, en las que es capaz de transmitir honestidad porque no hablan de lo que ella cree que el público quiere oír, sino de lo que ella quiere contarle y que escuchen.
Por tanto, lo que más se nota en ‘Catarsis’ es que Edurne está tranquila, segura de composiciones como ‘Tal Vez’, dedicada a su pareja de los últimos años o en ‘Despiértame Cuando Te Vayas’, un tema de Xabi San Martín que nos devuelve a aquel ‘Amores Dormidos’ que es lo que la gente tiene en mente de la Edurne musical. Seis álbumes más en su carrera, y la gente sigue recordando ‘Amores Dormidos’. Ya era hora de entender lo que eso significa.
Y en ‘Catarsis’ se entiende, porque todas las canciones, con toques más latinos, más tropicales o más pop-rock, siguen la senda de aquel: mensajes claros, letras bonitas, estribillos retenibles.
Un álbum con origen, desarrollo y un fin
Un álbum que parte de la necesidad de Edurne de romper con lo anterior. ‘Fugitiva’ y ‘No Vives Por Mí’ lo dejan más claro que nada. Edurne viene de unos años algo más oscuros en los que la música quedó relegada porque daba menos dinero que una crema depilatoria y un sillón en prime time. Edurne pasó de ser cantante a ser un rostro televisivo con discos, y ‘Catarsis’ ha llegado para explicar que ambos perfiles pueden entrelazarse.
La artista habla con bastante sinceridad de sus experiencias del pasado (“no me pintes líneas rojas, ni dibujes mis derrotas, no me regales permisos que ni pido ni permito”, en ‘No Vives Por Mi’), y las combina con sus vivencias actuales, además de seguir tratando temas universales como el desamor, pero con una cercanía mas identificable que la del pasado (“si fuera fácil de perdonar, si fuera fácil creerte, no dudaría en volver atrás como ya hice otras veces” canta en ‘Lo Que Perdí Al Perderte’, “sé que no tardarás en echarme en falta, también sé que volverás con una bandera blanca” en ‘No Te Lo Mereces’).
El fin de ‘Catarsis’ es que comprendamos que Edurne es una storyteller mejor de lo que creíamos. De lo que nos dejaban ver. Es, como decíamos, autora o co-autora de diez de las once canciones del álbum. Y son canciones pop que no inventan la rueda ni lo pretenden, pero la muestran como una artista real, convincente y con algo que decir.
Edurne rodeada de colaboradores y amigos
Los agradecimientos del álbum dejan ver que Edurne se ha sentido bastante cómoda con la compañía que ha tenido en el álbum: MiguelGarcía, Pedro Elipe y Marc Monserrat se han encargado de la producción del tracklist, nítida, sencilla y, de nuevo, cercana. Puede que, en cierto modo, todo haya salido de una forma muy espejo en relación a la imagen que el público tiene de ella, y que hasta ahora, insistimos, no había estado relacionada.
En el álbum colaboran Andrés Suárez, Belén Aguilera -aunque en este caso su ‘Jaque Al Rey’ está más prestado que pensado como parte del disco en sí-, y un Carlos Baute, cuyo dueto, ‘Demasiado Tarde’, ha devuelto a la artista a radios tras años de vacío. Tanto es así, que también referencia la situación en sus agradecimientos.
Las colaboraciones de ‘Catarsis’ parecen pensadas para que se entienda el camino que Edurne quiere seguir: influenciada las tendencias latinas pero sin lanzarse de cabeza a ellas con propuestas fuera de lugar, con canciones de corte más acústico que tampoco abandonen el tiesto pop que envuelve todo el álbum y en general, pensadas para diseñar una dirección en la que la cantante pueda seguir desarrollando su carrera de forma factible y no forzosa.
Como decimos, ‘Catarsis’ ha sido una terapia para Edurne y posiblemente un choque para sus fans más estríctamente pop, pero también ha servido para que una buena parte del público se le acerque sin el miedo del producto pop poco empático con su entorno real. Edurne aún se permite ponerse más popstar en ‘Fugitiva’ (que suena un tanto Aitanesca) o más bobalicona en ‘Como Tú’, pero no pierde el sentido positivo y entretenido del disco en ninguno de los cortes. Ni la intensidad de ‘Cierra Al Salir’ -junto a Suárez-, ni las reminiscencias del radio-friendly español dosmilero de ‘El Mundo No Se Acaba‘ se separan del todo del hilo conductor de ‘Catarsis’.
Ese que une todas las canciones en un trabajo bonito, bien planteado y que despierta aquellos amores que, durante años, quedaron dormidos esperando que Edurne sacara provecho de sí misma.
Temas clave: ‘No Te Lo Mereces’, ‘Tal Vez’, ‘Lo Que Perdí Al Perderte’