Como seguramente ya sabréis, el Instagram de Britney Spears se compone de tres elementos: ella vestida de blanco sobre una pared roja, ella haciendo gimnasia en diferentes posturas y ella dando girando sobre sí misma a diferentes velocidades con música de fondo. Pero de vez en cuando se hace la luz, y en el feed de Britney aparece una historia completamente inesperada.
A veces es porque su hijo habla más de la cuenta y termina diciendo que su madre quiere retirarse, y otras, como la de hoy, es para contarnos un suceso. This is a story about a girl named Pirómana.
“Estoy en mi gimnasio ahora mismo, no he estado aquí en los últimos seis meses porque le prendí fuego, desgraciadamente. Tenía un par de velas, y sí, una cosa llevo a la otra y se quemó. Así que estoy aquí con sólo un par de equipos que me queden, pero os voy a contar lo que estoy haciendo.”
Y ella te lo cuenta así, como quien no quiere la cosa, como que ‘Oops! Le Prendí Fuego Otra Vez!’. El típico caso, a quién no le ha pasado, en el que tienes dos velas en el gimnasio y acabas llamando a los bomberos. De hecho, nosotros, la semana pasada prendimos fuego a mi casa con una barrita de incienso y ahora os estamos escribiendo desde un banquito en la calle con el logotipo de Telefónica del 98.
“Fue un accidente, pero sí, le prendí fuego. Pasé justo por al lado de la puerta hacia el gimnasio y ¡BOOM! Gracias a Dios la alarma saltó después de esto y yippy hoorah nadie resultó herido.”
Yippy hoorah. Es que hay que quererla en el fondo, aunque vaya prendiendo fuego a partes de su casa de manera indiscriminada. Música no publicará desde que Rihanna era cantante y solíamos poder salir a la calle, pero desde luego, a momentazos y sombra de ojos a base de la pistola de Homer no la gana nadie.