Beyoncé apareció en la premiere de ‘The Eras Tour’. Beyoncé, que apenas se deja ver en eventos públicos. Beyoncé, que la última entrevista que dio en directo posiblemente nos estaba hablando de ‘Bills Bills Bills’. Beyoncé, que se deja ver menos que Zayn, si nos apuráis, apareció en la alfombra roja del evento de Swift, posó con ella, se hizo fotos dentro del cine y acabó siendo, junto a la protagonista de la situación, el punto focal del estreno.

¿Porque qué es lo que sí hace muy bien Beyoncé? Una buena pantomima. Taylor Swift y ella nunca han estado enfrentadas, que sepamos. Nunca ha trascendido ningún problema entre ellas, nunca ha habido un movimiento extraño ni rumores de ningún tipo. Y sin embargo, en el último año han sido foco de batallas tuiteras hasta el punto de que un capítulo completo de ‘Los Simpson’ en su trigesimocuarta temporada gira en torno a ello.

Y así, Beyoncé y Taylor Swift firman la pipa de la paz de una batalla imaginaria frente a decenas de fotografos, inundan las redes sociales con su imagen juntas. ¿Y quién saca más tajada de la situación? Como decimos, Beyoncé, porque es la que tiene la sartén por el mango en todo momento durante el estreno.

Taylor, al fin y al cabo, iba a ser protagonista de la historia necesariamente. Ya tenía los titulares, ya tenía el foco, ya tenía el momentum. Beyoncé, que otra cosa no pero lisssssta ha sido siempre, ha sido la que ha provocado el giro argumental: no sólo ha escenificado el buen rollo con Swift, sino que la ha llevado a dedicarle un post en Instagram alabando su figura y además, con toda probabilidad, la ha obligado a asistir al estreno del ‘Renaissance Tour’ en cines, para devolver el favor y no quedar de rácana frente a la prensa. Si Taylor era Velma, Beyoncé ha sido Roxie Hart en todo su esplendor. En el fondo, le ha ganado la partida en un juego que Taylor ha manejado siempre con maestría: la manipulación mediática.

Swift, que fue capaz de doblegar a Katy Perry hasta que le pidió disculpas públicas y le envió un ramo de flores por “robarle unos bailarines” para su gira. Es que la acabó convenciendo de quedar de culpable frente al mundo porque unos bailarines prefieran ir con ella de gira en vez de con Swift. Y a esa mujer con semejante arte a nivel prensa acaba de hacerle la 13/14 Beyoncé.

Y ojo, que no es la primera: ¿quién estuvo en el escenario de los VMA en 2009 para arreglar el desaguisado de Kanye West, cuando este le quitó el premio de las manos a Swift? Beyoncé, claro. Una Beyoncé que le permitió a Swift un tiempo extra en escena para agradecer su premio. De hecho, tal fue el paripé que siempre se rumoreó que la jugada estaba pensada entre Jay-Z y Kanye para favorecerla a ella durante la gala. Para que quedara de alma cándida que le ofrecía un espacio extra. ¿Resultado final? Se habló de Beyoncé cuando Taylor recogía su premio y se habló de Beyoncé cuando le permitía los momentos extra.

2023 y la puesta en escena es idéntica. Efectivamente, como dice Taylor Swift en su texto de agradecimiento: Beyoncé ha sido siempre una gran inspiración para ella. Son las dos unas maestras del tejemaneje mediático. Y qué grandes momentos nos da eso en cada ronda promocional que se marcan.

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