El Benidorm Fest sostuvo anoche sus audiencias en ese 10% que lo hizo tercera opción de la noche, pero salvó los muebles respecto del pasado año. Eso sí, la gala se hizo la misma bola y tuvo el mismo tinte amateur que la primera: el sonido en casa fue un auténtico chiste y muchos de los artistas siguieron emperrados en presentarse como algo que no son en absoluto.
Así vimos la segunda semifinal de anoche:
‘Dos Extraños’, St. Pedro · 164 puntos
- Gandora del voto del jurado
Lo de St. Pedro fue a ratos como estar dando una putivuelta por una discoteca de estas sin ruidos, donde cada uno lleva su música en los auriculares. El muchacho iba escuchando su bolero, pero las muchachas allí presentes tenía a tope una de Bad Bunny en los suyos mientras ensayaban para un examen de lírico con Marbelys. Ellas un poco espitosas, él mirando más al micro que a las muchachas. St. Pedro necesita un poco más de química con las cámaras -algo trabajable-, porque este número extramuros necesita más Marco Mengoni y menos concursante de ‘La Voz’ en unos duelos en los que se empeña en mirar a Antonio Orozco para pedir su salvación.
En cualquier caso, es de agradecer que a) haya sabido cantar con semejante gusto el tema y b) no haya salido subido a una caja con neones, escaleras, un león, tres acróbatas, dos señoras tejiendo un telar y cuatro pantallas LED con ruedas proyectando palmeras. Que fue un poco el espíritu de la primera semi.
‘Remitente’, María Peláe · 131 puntos
Si Angy el otro día fue a creerse su performance, María Peláe anoche fue directamente Cristina Rota. María Peláe estaba allí de cantante, de storyteller, de performer. María Peláe podría haber sido los bailarines, los LED, los visuales y la cruz del pasillito. La cruz, porque la cara la dio, madre mía esos planos cercanos mientras se dejaba la garganta. Nuestra Anne Hathaway con dentadura completa.
El mayor dolor de cabeza de María puede ser el haberse marcado un ‘Statements’ de Loreen, ponerse tan simbólica que el mensaje de la canción hay que leerlo mucho en una sociedad acostumbrada al titular de 15 palabras. Pero anoche se encargó de enviar su carta y el público y el jurado se aseguraron de que llegara.
‘Caliente’, Jorge González · 122 puntos
- Ganador del televoto y el voto demoscópico
El porno softcore por el que mojó los gayumbos la mayor parte del foso y el eurofandom que gasta euro y pico en votar por teléfono. La sauna, el tetamen sudado, la referencia a rumanía, el homoerotismo en escena. Jorge González iba allí a montar su desfile de ‘Noche De Fiesta’ porque talento tiene para exportar, pero tiene por igual una siempre asombrosa falta de gusto y sentido musical.
¿Él? Lo hizo muy bien porque sabía que su número consistía en apuntar a las braguetas y decir “aquí está el Magic Mike que habías pedido”. No había mucho más, porque el dancebreak fue uno coreografiado por Mariano Mariano, la plataforma elevadora le llevaba a absolutamente ningún sitio y el escenario estaba en llamas desde el principio y se fue apagando segundo a segundo. Pero mantuvo el suficiente calor como para hacer al eurofandom sacudir sus… SMS.
‘Brillos Platino’, Almacor · 115 puntos
Almacor llevaba días dando pistas sobre por dónde iban a ir los tiros de su puesta en escena. Al final resultó que la puesta en escena era coger unos visuals de concierto de Sweet California y ponerse encima una IA que pareciera el momento ‘tok tok, pom, pom’ de ‘La Mesías’. Y eso sí que no hubo Dios que lo pudiera digerir bien, por mucho que hablase a través de él o del estribillo del tema.
‘Brillos Platino’ es temón, pero la actuación de anoche sólo funcionaba a modo de invitado de otro programa. Uno que va a presentar un tema que ya le funciona y no está reamente preocupado de que la performance le beneficie más allá de lo normal.
Almacor anoche fue la versión de neón de “muy moderna, muy mona, pero en peto no vengas“.
‘El Temps’, Roger Padrós · 103 puntos
Si tu idea es presentarte en un escenario con un piano y unos focos, es que tienes una confianza de la hostia en tu canción. Una confianza épica. Una confianza que te lleva a que, cuando el voto demoscópico te deja en zona de peligro, poner cara de “ya lo sabía, que iban a preferir los bodrios”. Pero es que esa mentalidad de ‘llevo la canción buena porque llevo una balada’ cae tan rápido como sube en su mente.
‘El Temps’ era una balada de cajón de Sia cantada como dentro de un cajón de Sia donde alguien se ha dejado las luces de Navidad puestas y el muñeco de jengibre que tenían al lado de las mismas. Mejor en directo que en estudio, eso también es cierto, pero Roger debió darse un cantito en los dientes al superar la barrera de los 100 puntos. Porque esto no daba para mucho más.
‘Amor De Verano’, Marlena · 96 puntos
El espíritu de la performance de Marlena era el de si a Dani Martín lo hubieran invitado a una fiesta con temática Eurovisiva y no tuviera ni idea de lo que va la vaina. ¿Alguien se imagina a estas dos muchachas haciendo una performance así en cualquier otro plató? El problema de que los artistas ‘conocidos‘ acudan a Benidorm es precisamente el de ‘Amor De Verano’: que acudan al Festival con la intención de agradar al público del foso y acaben disfrazadas de algo que no son.
La actuación de Marlena era un poco de todo y un mucho de nada, como si hubieran hecho un trabajo en equipo en el que cada persona al final hubiese juntado todos los papeles en una carpeta. Y ni siquiera eran del mismo tamaño: algunas ideas ahí eran un DIN A5 y otras un DIN A4. Y claro, juntos en esa carpeta, bailaban bastante.
‘No Se Me Olvida’, Yoly Saa · 79 puntos
Y otro ejemplo de esto es la actuación de Yoly Saa, que tenía entre manos un track del ‘Folklore‘ de Taylor Swift y decidió presentarlo como si fuera un track del ‘Folklore‘ de Nelly Furtado. Como si la canción fuera tan mala que habría que ponerle 30 capas de elementos alrededor, cuando si ella algo tenía, precisamente, era una canción capaz de sostenerse sin demasiado artificio.
Siluetas, capas, brilli brilli, bailarines, visuales imposibles… un hada de los bosques del jardín en el que se ha convertido esta preselección para los artistas que creen que tienen que llegar allí convertidos en auténticos horteras. Precisamente de lo que tratábamos de huir con la creación del formato.
‘Beso En La Mañana’, Dellacruz · 54 puntos
En favor de Dellacruz vamos a decir que el muchacho llegaba al escenario totalmente convencido de la propuesta que había hecho, porque decidió calcar el vídeo al presentar la canción. No se le compró mucho la historia y sus cuerdas vocales estaban a por uvas, pero por lo menos su disfraz fue el mismo que se hubiera puesto en cualquier otra emisión.
Todo servía exceso de kikoriverismo, ese efecto de que esto podría ser una canción tonta sonando de fondo en un bar, pero olvidada en cuanto saltara una que realmente es un bop. No está especialmente bien, pero sirve para echar unas cañas. Lo que pasa es que anoche el eurofanato tenía la mano en otro lado y no en el vaso de cerveza.