El Festival de Benidorm ya está de vuelta en antena y las siete candidatas de la segunda semifinal pelearon por llegar hasta el prime time del sábado en TVE, donde se jugarán su billete a Turín con destino Eurovisión. Veamos cómo fue la noche en la que RTVE espabiló, por fin, después de más de dos décadas de sinsabores pre-festivaleros.
Los resultados de la gala
[-] Make You Say SARA DEOP
La gran perjudicada de la actuación de Chanel en la primera semifinal era Sara Deop, una artista de perfil similar, que sin embargo no consiguió tener el mismo carisma, actitud e imán que su compañera. Ni el trabajo, honestamente, porque a Sara le hubieran hecho falta unos cuantos ensayos más. ‘Make You Say’ tampoco es la gran canción que debería ser, porque su producción final desaprovecha los puntos que podría haber tenido a favor. De hecho, la canción recuerda a ratos al material de ‘LM5’ de Little Mix, probablemente porque tiene a Kamille como co-autora, igual que aquel trabajo de las chicas.
Pero todo aquello se quedó en más bien poco en una performance con un túnel de luces al que se sacó más bien poco partido, una Sara notablemente fuera de tono en buena parte de la canción -aunque esto sería constante durante la noche- y ese plano cenital. Ese plano cenital en el que no ocurre absolutamente nada más que una muchacha posando para un catálogo Venca y bailarines dando vueltas a su alrededor sin ton ni son. No hubo concepto, no hubo carisma y sólo había media canción.
[-] Culpa JAVIERA MENA
Lo de Javiera Mena iba a ser un derroche de epilepsia bollera. Han pasado horas desde su actuación en Benidorm y seguimos esperando a que llegue el momentum de ‘Culpa’. Demasiados props en el escenario para más bien poco efecto: Javiera se rodeó de neones en movimiento, pero no podían compensar lo insulso de ella y las bailarinas que la acompañaban. Subían y bajaban escaleras en una canción que debía colocar al público en trance a bailar totalmente liberado. Y lo que se veía en pantalla era la cola del baño de una discoteca. Gente para un lado, gente para el otro. Neones.
Lo mejor de culpa fue el puntito hyperpop de estética dosmilera del final, pero incluso eso no consiguió hacer justicia a algo tan simple como las últimas escenas del vídeo oficial de la canción. Puede que Javiera pagara el pato de haber sido de esas que no pensó la actuación para la gente que estaba en casa. El subidón fue mínimo.
[-] Sigues En Mi Mente MARTA SANGO
Ay, Marta. Qué pena. Partía con una buena canción a la que sólo le hubiera quedado añadirle un estribillo. De hecho, incluso sin él mejoró en directo porque los bailecitos simpáticos con los que decoró su ausencia de ganchos funcionaron. Pero el resto pecó de dos cosas: la primera, el disfraz de 1983. 1983 no es una personalidad. 1983 puede ser una influencia, pero hay que saber hacer algo con ello después, más allá de salir a escena con un foam que emule a un Power Ranger perdida en una trama secundaria de ‘Dinastía’. Todo era, al tiempo, demasiado e insuficiente.
Porque Marta dejó todas las cartas vistas en los primeros veinte segundos, un poco lo que les ocurrió a las Tanxugueiras, pero llevado al extremo. El bailecito era mono, tan mono como la canción y como la propia Marta, pero poco trucos más se guardaba esta candidatura bajo la manga. Seguimos pensando que para que lo de Sango funcione, primero necesita quitarse de encima esa estrella del pop que se ha fabricado para sí misma.
[4] Quién Lo Diría GONZALO HERMIDA
** El Festival emitió el vídeo de Gonzalo tras su positivo en Covid-19 hace unos días. Después de la gala, anunciaron que durante el viernes se le haría otra PCR para que, en caso de que diera negativo, pudiera actuar en la final del sábado. Sorprendentemente, el jurado demoscópico lo hizo ganador de su votación sin verlo cantar en directo.
[3] Eco XEINN
Xeinn estuvo también muy apurado en lo vocal en una noche, como decimos, en la que el sonido no estuvo a la altura de la primera. El falsete del que necesita tirar en ‘Eco’ se termino haciendo bastante cargante y aunque el muchacho tenía una buena idea para los visuales de su actuación, estos terminaron luciendo más bien poco. Xeinn quería rendir homenaje a los shows musicales retro de Televisión Española, por eso aparecían de fondo los logos de ‘Tocata’ o ‘Aplauso’, pero se quedaba en eso: logos flotando sin más. No conseguía trasladarse a los programas o conseguir que el público entendiera el nexo del logo y la performance.
Lo que sí fue más inteligente fue el juego de luces con él en el centro, tan The Weeknd como la propia canción, que fue lo que más solvente resultó. De hecho, hubiera quedado mucho más definida si se hubiera jugado más con eso y con las proyecciones de la muchacha en pantalla, en vez de tratar de rendir homenaje a los 80. Igual que con Marta, ya quedaba claro que la canción era nostálgica. No apretemos tanto.
[2] Calle De La Llorería RAYDEN
Rayden se llevó una de las dos mejores puestas en escena de la noche: subido al pulpillo, apareció como una eminencia dejando claro que veinte años de escenarios ayudan a tener un buen nivel de carisma y control de la actuación. El artista bajo pronto de los altares para acompañarse de su banda y seguir teatralizando su crítica a los críticos -ese pájaro de Twitter derretido por las llamas en la segunda mitad- y midió muy bien los tiempos para que su performance funcionara bien no sólo allí, sino también a través de la televisión. Fue él quién más aprovechó los cambios de planos y los props que tenía en escena.
No le funcionaron tan bien los arreglos en el tono del tema -preferimos el tono del estribillo original que el que hizo en el directo y el muchacho del “que yo ya lo lloré” gritaba un poco de más-, pero las armonías previas a esto si que añadieron un plus a la presentación. Hacia el final, la ‘Llorería’ tuvo un puntito de pandilla en un bar que podría ser lo más revisable de una de las actuaciones más solventes de la noche. Nos sorprendió la tibieza de todas las votaciones con él: fue tercero para el jurado y voto demoscópico, aunque el público lo dejó segundo.
[1] Ay Mamá RIGOBERTA BANDINI
Sin parecerse absolutamente en nada a la actuación con la que vamos a compararla, los vibes del ‘Ay Mamá’ de Rigoberta Bandini nos recordaron un tanto a ‘Satellite’ de Lena en 2010. A ratos parecía que pasaban por allí con las amigas y habían decidido improvisar una canción en el escenario. Pero curiosamente, con Rigoberta fucionó ese punto de despreocupación. Posiblemente, porque el hilo conductor de ‘Ay Mamá’ estaba muy bien atado en el resto de momentos. Se entendía el mensaje de sororidad, el mensaje feminista, el de las madres… lo único que habría que apurar serían pequeños detalles: las gafas de sol del inicio estaban un tanto de más, en el momento del “parto” cenital ella estaba demasiado baja en imagen… pero el resto de la performance es tan cual lo que uno imaginaba con Rigoberta.
Curiosamente, anoche brillaron dos actuaciones con buenas puestas en escena completamente distintas: la de Rayden, por lo planteado y medido, y la de Rigoberta, por ese espíritu cuasi-improvisado. Y la teta gigante existía realmente.