Quedan apenas dos días para la publicación de ‘Metanoia‘, un proyecto que tiene nombre de concursante de ‘Popstars: Todo Por Un Sueño’, pero que realmente es el nuevo EP de Belén Aguilera. Un EP en el que ha entrado en su etapa experimental (entiéndase por experimental que le ha metido cuatro capas de vocals más a cada verso, no que suene a Bjork) y más electrónica.

Y de ese lanzamiento sólo van a quedar dos canciones por descubrir, ‘Quién Soy’ y ‘Oficialmente‘, tras la publicación de ‘Nadie Me Ha Preguntado’, ‘Galgo‘, ‘Ilusión Óptica’, el single que no debe ser nombrado y ahora ‘Licántropo‘.

Si algo nos deja claro ‘Licántropo‘ son varias cosas:

  1. Que Belén Aguilera se habrá puesto juguetona, pero mantiene intacta su capacidad natural para una buena melodía pop.
  2. Que no tiene un máster en Zoología precisamente. Ni en mitología o brujería. Vamos, que el vídeo del tema lo debió rodar tras un brainstorming llevando un pedo del quince un sábado noche.

Porque en el clip de ‘Licántropo‘, Belén llega a un motel y cuando se baja las gafas, uno piensa “wow, mujer lobo, claro”. Quién no ha querido una diosa licántropa, ¿a quién no le va a gustar?, etc. Pero resulta que no. Resulta que lo que tiene es una suerte de poder empático y de convicción absurda. Es la Ana Rosa de su Mediaset: cosa que dice, cosa que le hacen caso para hacer. Y así, consigue una habitación.

Que siendo sinceros, el motel luce a 18 euros la noche, con lo que ya podía haberlo pagado en vez de embrujar al pobre muchacho que lucía becario en su mesita. En cualquier caso, la narrativa avanza y Belén se lía a hachazos con el chico que parece sacado del casting para recrear ‘Papaoutai‘. Antes tenía poderes con la mirada, ahora es ‘Dexter’ en su series finale. Asesina y leñadora.

El lobo sigue sin aparecer. El lobo en cuestión es el turrón que Belén se come en Nochevieja. ¿El animal? Nunca ha oído hablar de él. Es prácticamente vegana. Belén asesina al chico, asesina a un policía cual si fuera el inconsciente de Rocío Saiz, y finalmente es abatida a tiros, cual si fuera el inconsciente de Omar Montes.

Pero al final de ‘Licántropo’, Belén se marca un “pues jódete que estoy viva” y sus ojos relucen como dos leds de Ikea. Ahora bien, el lobo nada. Sin aparecer. Nos hemos quedado como si en ‘Moo‘ de Doja Cat las referencias hubieran sido a una docena de caracoles en vez de a una vaca.

Será tu rollo si: tienes plantas artificiales porque te encanta la botánica, utilizas bastoncillos para los oídos para retocarte el maquillaje, pasabas miedo con ‘Embrujadas’.

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