Vamos a ver, Becky G: compramos tu transformación en mamarracha latina después de una etapa pop en la que pasaste con más pena que gloria. Pero hazte un favor: deja de tratar de ser un icono feminista, o un role model del nuevo feminismo latino. Porque para empezar, si en algún lado no ha tenido ningún efecto el movimiento #MeToo es en la música latina, y para continuar, no hay forma de que des una explicación convincente al respecto.
Y esto se lo decimos porque la artista metida ahora al urban latino con calzador, ha hablado para El Español, y tratado de vender una imagen feminista de sí misma en sus declaraciones. Empecemos con una perlita:
“Tenemos que unirnos, y yo me siento muy afortunada de ser parte de un movimiento de mujeres. Sí, las canciones son más atrevidas, más sexys, pero, ¿por qué nos dicen a las mujeres que las latinas son las chicas más sexys de todo el mundo y oh, rarará, pero cuando nosotras queremos decir que somos sexys es: oh, my god, el fin del mundo?”
Pasa, para empezar, porque no lo dice ella, ella no habla de ser sexy, hablan de ello Servando Primera, Mario Cáceres, Patrick Ingunza, Alexander Castillo y Benito Martinez, cuatro hombres. Los cuatro compositores y letristas de ‘Mayores’. Ellos, y no ella, hablan de su sex appeal, y lo hacen de esta forma:
“A mí me gustan mayores, de esos que llaman señores, de los que te abren la puerta y te mandan flores”
Mayores o no, debe ser que además de sexy y feminista, Becky G es manca y no sabe abrir la puerta. Lo que sí sabe es sexualizarse no para ella, sino para Bad Bunny, que es al que trata de convencer de que le gustan mayores, mientras él se empeña en seguir sexualizándola.
Ella, por cierto, dice en esa misma entrevista lo siguiente:
“Es verdad que el reguetón ha estado dominado por hombres, pero hay diferentes lados. Nicky Jam, Ozuna, Balvin… todos, no nos tratan diferente a las mujeres de la escena. Ellos nos quieren ayudar.”
Ellos nos quieren ayudar. Tela. Ayudar. Manca e iletrada, por lo visto. No sabemos muy bien a qué la ayudan, por cierto, porque otros nueve hombres, (9), le han compuesto su actual hit, ‘Sin Pijama’, del que dice lo siguiente:
“Me dices que en mis dos hits (…) hablo de una doble cara como mujer, el ser una dama en la calle y una “perra en la cama” (…) Al final de Sin pijama, jugamos a eso también: empezó súper sexy… pero al final enseñamos que sólo es un sueño. La realidad es que nosotras cuando tenemos una ‘pijamada’ estamos ahí tiradas sin maquillaje, comiendo patatas y ya, ya con eso.”
Bien, por partes: lo de ser una “dama” en la calle es la cosa más machista que se pueda decir sobre una mujer, que al parecer, no puede ser una mujer normal e ir por la calle como cualquiera, sino que tiene que comportarse como una “dama”. Eso, en España, se cuenta en los episodios de ‘Cuéntame’ que hablaban de 1968. Pero nada, ella sigue considerando el mensaje feminista.
Ser una “perra” en la cama estaría bien, de no ser porque está enfocado a que el dueño sea el muchacho que tiene una detrás. Y ahí entra su explicación del vídeo. No amiga, no es divertido y una “pijamada”, es el sueño erótico de Prince Royce, que aparece al inicio imaginándolas retozando, no sin ciertos aires de lesbianismo impostado, durante el clip. Y sí, al final se descubre que están el sofá, y no siendo, oh sorpresa, objetos sexuales.
Dejemos el debate de lo que ella considera estar “sin maquillaje” para otra ocasión, porque Dios mío. Finalmente, Becky G habla de la “censura” que dijo haber vivido en ‘OT’ cuando tuvo que cambiar la letra de ‘Mayores’. Decimos “tuvo” que cambiar, porque realmente no cambió ab-so-lu-ta-men-te nada. Lo que Becky G cantó fue lo que ella y su sello habían enviado a las emisoras de radio españolas, un edit que se venía pinchando porque a ellos les dio la real gana:
” Me censuraron en OT, en TVE. No habría pasado lo mismo con Maluma, no, siempre lo digo. (…) Yo sabía que a los fans el cambio de letra no les iba a gustar y obviamente iban a decir algo. (…) ¿por qué vas a cambiar la letra? Si hubiese sido yo un hombre, nadie habría dicho nada.”
Siempre se escuda en el perfil de Maluma por cierto, pero, si os fijáis, los únicos artista relativamente urban del panorama actual que han pisado un prime time español han sido J Balvin y Sebastian Yatra, que fue, sorpresa, tremendamente criticado tras su actuación, por acercarse en exceso a Aitana Ocaña. En la misma edición de ‘OT’ en la que Becky G afirma que no se criticaría a un hombre. Y sí, posiblemente TVE jamás hubiera permitido que Maluma actuara con ‘4 Babys’, por ejemplo, por mucho que Becky G insista en utilizarlo como escudo de su presunto feminismo.
Cuando las mujeres del urban latino dejen de ser “damas”, pedir “caballeros”, y hablar de ponerse en cuatro sobre alguien, en el momento en el que el sexo lo vivan como algo que ellas disfrutan y no como objeto de disfrute ajeno, en el momento en el que su concepto de hermandad entre mujeres no pase por frotarse las tetas para la fantasía de un señor, en ese momento, que vuelva Becky G y hable de feminismo.
Y pido perdón, de antemano, por este mansplaining sobre el tema, pero no tengo mujeres al teclado para poder expresar este nivel de frustración. Espero que se haya entendido el punto de vista.