Bebe Rexha todo. A ella le pasa de todo. Ella es la versión hecha cantante de la familia Alcántara. Ella vio la muerte de Franco, ella pisó la luna en 1969, ella sufrió un tsunami, ella fue la primera ingresada de la pandemia del Covid. Ella todo. Y como ella todo, pues tenía que tener también su momento Melendi en un aeropuerto y acabar involucrada en un circo con Lufthansa.
Según la versión de la artista, le fue denegado un vuelo porque creyó que un guarda de seguridad del aeropuerto de Munich era albanés, le habló en albanés y entonces este se enfadó y le dijo que no volaba. Lo normal en un aeropuerto: jugar a decidir de qué nacionalidad es el de seguridad, hablarle en un idioma a la babalá, que el lo identifique al momento, resulte tenerle manía persecutoria a Albania y diga: “albanos aquí no, Juan. Ni albanos, ni Romina Power. De ‘felicità’ nada.”
Y ahí quedó Bebe Rexha sin volar, pero con tiempo de grabarse varias historias con un llanto en clave Kiko Jiménez, de ese que da muy bien en cámara pero es más seco que el suelo de los Monegros. Ese llanto que tiene mucho sonido pero no termina de tocar su climax en lágrima alguna. Para compensar, Bebe Rexha decidió seguir mensajeando en Instagram, aseguró que “nadie de Lufthansa había ido a ayudarla” y que habían seguido increpándola tras el incidente. Lo habitual también en un aeropuerto europeo: escuchar a alguien en un idioma no inglés y acosarlo. Tal es de poco habitual que alguien hable en otro idioma.
Creemos que la realidad es que Bebe Rexha llevaba un JBL portatil con ‘My Oh My’ a todo trapo, el capitán lo escuchó desde la cabina del avión y dijo, aferrándose con fuerza al volante: “si esa mujer se sube a este avión me bajo yo. Y no creo que vaya a pilotar esto un audio midi de Tove Lo. No voy a soportar ni un segundo más a la persona que da stream alguno a esa canción”. Posiblemente Bebe Rexha telefoneó de urgencia a Kylie al momento, con la australiana respondiendo que “ella ya la había avisado de que aquello de ‘My Oh My’ tenía que quedarse en un chiste interno y que la gente no lo iba a tolerar”, mientras le enviaba a cobro revertido un par de tickets para el Talgo.
