El gusano que baila en las tripas de Marta y Marilia va a tener que acomodarse a un nuevo tipo de aforo. Va a ser un gusano muchísimo más incómodo, porque tendrá que renunciar al espacioso Wizink Center por un bastante más modesto Hipódromo de Madrid, que acogerá ahora el concierto de reunión del dúo en su 25 aniversario.
Efectivamente, Ella Baila Sola no han suspendido, pero si reubicado, el show que tenían previsto dar por todo lo alto en Madrid. El concierto pasará a ser ofrecido en un espacio que tiene cabida para unas 2.500 personas, frente a las 17.500 del Wizink, que son las que llegaron a congregarse en el show de Raphael en el Wizink hace unos meses. Incluso con la restricción al 50%, hablaríamos de unos 8.000 asientos a llenar.
Claramente el comeback de las chicas no ha suscitado el interés que se preveía, porque mañana miércoles 22 de septiembre se pondrán a la venta más entradas, in extremis, para el nuevo show, que tendrá lugar al día siguiente. Con la pandemia aún coleando, una campaña de reunión que destilaba más sensación de necesidad que gusto y sin material inédito que apoye el comeback, lo de Ella Baila Sola ha terminado siendo un bluff que el proyecto original no merecía. Especialmente porque Marta Botía, con sus 7.630.042 componentes sustitutas, ha publicado material discográfico que retuviera un poco el hype. Hijas, qué menos que una reedición del primer álbum con cuatro gaitas extra.
Para colmo de hilarantes males, el concierto pasa a estar enmarcado ahora en el infame Push Play Festival que tantos momentazos nos ha dejado a lo largo del último verano. Con el día 23 de septiembre con pronóstico de lluvias en Madrid, todavía no descartéis que el evento termine siendo cancelado porque un técnico se sonido pilló un constipado.
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