Hace unos días nos alarmaba la noticia de que Aretha Franklin estaba ingresada en estado grave en un hospital de Detroit, y lamentablemente, su situación no ha mejorado, y la artista ha fallecido a los 76 años de edad.
Franklin, que se retiró de los escenarios en 2017 tras una carrera repleta de éxitos, sufría desde hacía años un cáncer de práncreas, que finalmente parece haber sido el motivo de su muerte. Al parecer, la artista había perdido peso hasta quedarse en apenas 39 kilos, y en la última semana los servicios médicos del hospital ya habría avisado a la familia de que la situación de la cantante era irreversible.
Según comenta el medio americano TMZ, cuando Franklin falleció, estaba acompañada de familiares y amigos, que han publicado de forma conjunta un breve comunicado:
“En uno de los más oscuros momentos de nuestras vidas, no somos capaces de encontrar palabras que expliquen el dolor de nuestro corazón. Hemos perdido a nuestra matriarca y a la piedra angular de nuestra familia.”
En paz descanse una absoluta leyenda e icono de la música soul.
https://youtu.be/XHsnZT7Z2yQ