Verónica Romero anunció en 1918, justo a la caída de los zares rusos, que tenía un sueño, el de colar ‘Army Of One’ en alguna preselección eurovisiva y por fin lo ha cumplido. Lo ha hecho, por supuesto, llevando la canción a las semifinales -aun son más de cien candidatos, relax- de la más rándom de las preselecciones, la de San Marino, que lo mismo te envía a Flo Rida que tiene en mente a Cristina Ramos. San Marino lo mismo es un país que un show en prime time de la televisión gallega, tal es su cuota de hasbeens en plantilla.
Y claro, su pase a esas semifinales, en las que también compiten Eiffel 65 o la eurovisiva Ronela -desborde de talento y contemporaneidad-, nos ha permitido escuchar la canción imaginaria que lleva hypeando siglos. Y por descontado, es el despropósito que imaginabais.
Es una canción en clave pop-rock, como si alguien hubiera cogido ‘You Oughta Know’ de Alanis Morissette y le hubiera pedido que la adaptara a una niña de 13 años que se había presentado a un concurso de imitadoras de Lady Gaga en la era ‘Joanne‘. ¿El presupuesto para la adaptación? Un bocadillo de chóped y un sobrecito de mayonesa con el que pagar a los coristas de fondo.
Verónica Romero nos habla de crear un ejercito de amor y deseo, con frases tan elaboradas como «no necesitamos ni pistola, somos un ejercito de uno». El texto en inglés también incluye el verbo «to destroye», con un e tan imaginaria como su álbum ‘Hello World’, y también otra frase maravillosa como «ama conmigo hacia la evolución». Poetisa.
‘Army Of One’ ya ha sido top5 en iTunes, principal preocupación de la artista tras ver que su compra no la posicionaba en lo alto, y se espera que le de alegrías eurovisivas. Aunque haya calma: incluso si no se las diera, ya tiene más proyectos en mente: otro single, ‘No Es Un Adiós‘, sale en un par de semanas para contentar también a su público hispanohablante y darle otro #1 en iTunes y sigue con la promoción -o lo que fuere- del nuevo ‘Te Quiero Más’, junto a Genevieve y Enrique Anaut en «Fórmula» «Abierta«.
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Será tu rollo si: estás sorda y eres incapaz de notar los fallos de producción, composición e interpretación; tienes una banda que toca versiones de Offspring en un bar, eres el dueño de ese bar.
