Hace ya un tiempo que María Isabel planeaba su comeback y como si fuera un madrileño delante de un francés el 3 de mayo de 1808, lo ha ejecutado. Ya la vimos volver para aparecer en la edición Junior de Eurovisión a través de una actuación que no sacaba ningún provecho a los 20 años que había cumplido la victoria de Antes Muerta Que Sencilla y que, francamente, me pareció una completa ordinariez por parte de la organización. Creo que estábamos todos con el abanico en casa, dispuesto y preparado, y de pronto nos la pusieron a entonar -as if, porque iba todo en riguroso playback– aquel tema pop descafeinado e insustancial.
A Dios gracias, el comeback de Maria Isabel sí que tiene más substancia -que diría Belinda al ver el film de Demi Moore-. Y su regreso, Ansiedad, llega con sus luces y sus sombras. De modo que he decidido dividir el post en dos, como si fuera esto Sasha Fierce, para poder echarle un ojo a ambas cosas.
Las luces
- María Isabel más sencilla que muerta: que Maria Isabel se haya desprendido del look que ella considera como de popstar es un acierto. María Isabel es barrio, es calle, su appeal no pasa por lucir drag queen del carnaval de Tenerife ni en ser la Lola Indigo de El Dragón. Ella, si acaso, es la Lola Indigo de GRX. Y en tanto en Ansiedad como en el vídeo, atina con los aesthetics y la pose.
- La temática personal: Ansiedad es autoreferencial, María Isabel se habla a sí misma y se nota porque lo hace con verdad. Ha pasado unos años complicados, tuvo una infancia rarísima dentro del estrellato y se retiró de la música un tiempo por no saber muy bien qué hacer con ella. Es, también, un tema con el que mucha gente podría identificarse.
- El uso de su talento: María Isabel canta, porque canta bien, pero además tiene la capacidad de frasear con bastante desenvoltura y en este nuevo tema podemos verla en ambas. Ya publicó varios singles de urbano antes de su retirada temporal, pero sigue siendo un acierto que saque a relucir la capacidad para hacer ambas cosas y pueda sacarles más provecho en adelante.
Las sombras
- Es todo muy in-your-face: María Isabel haría bien en tirar de una generación de nuevos artistas que podrían irle como anillo al dedo y posiblemente daría, junto a ellos, forma a canciones más redondas en su mismo estilo. Véase un Diegote, véase un Cano, una Isabel Aaiún. Que rematen la propuesta original, porque Ansiedad está muy en esqueleto. La idea está, pero la exposición es de un sencillo que parece más un cúmulo de ideas que una canción. Es como pintar un paisaje con una casita, un árbol y una nube. Le falta atención al detalle.
- El renacer… ¿hacia dónde? Porque Ansiedad apunta a barrio pero destila melodrama y le falta un puntito cool para poder estar en esa casilla. Otra alternativa es que le aplique humor al comeback. No en plan monologuista, en clave Sabrina Carpenter. Porque en el fondo, es Maria Isabel y siempre será María Isabel. Hay que utilizar eso en favor, con un catálogo que no suene a broma, pero la contenga. De forma autoconsciente.
Será tu rollo si: compras la revista Diez Minutos en vez de la Hola; tienes una relación de amor-odio con tu psicólogo; crees a pies juntillas en el horóscopo.