Bienvenidos a la sección de la web que analiza pupilas, amigos de la estupidez congénita de nuestras secciones. En esta ocasión, vamos a aprovechar este apartado para ir repasando los 40 singles que La Oreja De Van Gogh nos ha dejado hasta la fecha -si lanzan un nuevo, lo añadiremos a la lista, aunque arruinará el cómputo redondo de 40-.
Para que os hagáis una idea, la intención es pasar por cada canción sin seguir la línea temporal en la que fue editada, con lo que vuestra favorita puede terminar saliendo en cualquier momento. Y sí, todo el mundo tiene una canción “favorita” de La Oreja De Van Gogh. En cada parada, analizaremos el single, el momento más Oreja, los vídeos oficiales y colocaremos la nota global de la canción con El Pupilómetro: a más pupilas, más nos habrá gustado el lanzamiento.
¡Preparad las pupilas, y arranquemos un nuevo visionado!
El single, ‘Cometas Por El Cielo’
Sin llegar a ser tan popero como el sorprendente (relativamente, vamos a ver, que es La Oreja) primer single de aquel álbum, ‘La Niña Que Llora En Tus Fiestas’, La Oreja De Van Gogh se marcaron un absoluto himno con ‘Cometas Por El Cielo’, que serviría de segundo single de aquel disco. Sorprendentemente el grupo se decantó por un último single y dos lanzamiento inéditos a continuación, a pesar de que esta canción es posiblemente su último gran clásico. ‘Cometas’ tiene de todo, los versos pausados, el estribillo llenaestadios que estalla de pronto, el middle eight que, por descontado, incluye la palabra “silencio”, y es tan clasicona que el último estribillo se presenta con un in-crescendo que hoy día tomaríamos por antiguo, de no ser porque deriva en unos ‘uh-oh-oh’ que están pensados para generar un ambientazo en los directos y por ende, terminamos pasándolo por alto y cediendo nuestras pupilas al tema.
El momento más La Oreja
Además del “suspiro que se vestirá de fiesta”, que es uno de los momentos más épicos de la historia de la banda como letrista, ‘Cometas’ tiene este fantástico estribillo digno de ser analizado:
Tú me puedes enseñara volar, cometas por el cielo,
como el sol, como el mar.Dibujar, mi nombre sobre el suelo,
como el sol, como el mar.
Bien, para empezar, Leire, es factible que tu amigo -sea quien fuere él- pueda enseñarte a volar cometas sobre el cielo, pero ten una cosa tan clara como el hecho de que tu pelo es el mas SECSI del verano: nadie va a enseñarte a volar cometas por el cielo como el mar. ¿Qué mar ves tu volando en algún momento, muchacha? Algún mar de Marte en todo caso, si alcanzas a colocar tus pupilas en un telescopio, pero si no, ya nos dirás tú qué mar. QUÉ MAR.
Y después, la chiquilla insiste: quiere dibujar su nombre sobre el suelo, como el sol, como el mar. Si el Sol quisiera dibujar su nombre en el suelo, querida Leire, ya estaríamos todos bastante tostados por los rayos uva. Al menos nos queda el consuelo de que sólo tiene 3 letras, y alguna parte de la población sobreviviría, por lo menos, las cucarachas y el dietista de EMEIE. Pero, ¿como el mar? El mar, muchacha, como mucho borra tu nombre de la arena. ¿Cómo va a escribir su nombre el mar? ¿Tienes brazos el mar? ¡Qué psicomotricidad fina puede alguien esperar del mar! De verdad, esta chica…
Así era su vídeo
Pues La Oreja nos coló uno de esos vídeos tan marca de la casa que son un poco Kelly Clarkson: es decir, tú plantas un micrófono, a la banda, y cuatro luces en determinado escenario, y luego compras imágenes rándom que acompañen a la actuación. Otra cosa no, pero son vídeos que se grabar rapidito. Una toma, una segunda porque a Leire se le ha metido parte de la melena en la boca y no la hemos escuchado bien pedir que el mar se ponga a escribir, y una tercera porque pasaba un coche y han tenido que mover todo los trastos, que decía el conductor que ellos serían La Oreja, pero él llegaba tarde al parto de su mujer.
Después de eso, una pareja sonriendo, un campo de trigos, una señora que se lanza en paracaídas y ve una señal de amor pintorrejeteada por efectos especiales en el suelo. Un fuerte aplauso para el creador del mensaje.
El Pupilómetro
Para nosotros, ‘Cometas’ marca un final en La Oreja De Van Gogh: ninguno de la media docena de singles posteriores consiguió engancharnos tanto como este. Y no se trata de eso, es que desde entonces, ni las inéditas, ni los temas de su último e irregular ‘El Planeta Imaginario’ han estado a la altura de este trallazo pop.
No sabemos si es la ausencia de Nigel Walker lo que le pesa a la banda, o esa intentona por volver a sus orígenes que ha llevado al grupo a rizar el rizo en todo lo que ha compuesto; pero necesitamos a una Oreja más Oreja. Fresca, divertida, con sus letras locas y sus estribillos infalibles. No una Oreja De Van Gogh que recite novelas por encima de cuatro acordes.