Estas últimas semanas la sociedad española anda tratando de digerir una noticia que ha conmocionado a todos: ¿la muerte de Blesa? ¿alguna nueva corruptela? ¿vamos a tener que llenar la hucha de pensiones con monedas de cinco céntimos entre todos? ¿la mayoría de edad de Andrea Janeiro? Por favor, no nos vengáis con cosas absolutamente banales y Andrea Janeiro, y centraos: lo que realmente tiene al país en vilo es el cambio de Abraham Mateo.
De pronto, el muchacho ha pasado de niño de Juan Y Medio a sex symbol generacional, de adolescente pera a tronista, de Justin Bieber con retraso de años a llevar un moñito en la cabeza con el mismo retraso. Y claro, aquí seguimos tratando de digerir que nuestro Abraham Mateo, el de “secsi señorrita guachi camella” es ahora un hombrecillo que canta con Farruko hits de reguetón.
Bueno, torres más altas han caído y a todo nos haremos, pero la presentación del clip de ‘Loco Enamorado’ ha tranquilizado los ánimos, al menos en cierta medida, gracias a un detalle muy a tener en cuenta: Abraham Mateo no ha renunciado del todo a su persona, porque sigue bailando en el clip. Y sí, es que durante un rato, podemos verle seguir una coreografía con unas muchachas que nos lleva a decir “uff, ahí sigue, menos mal”.
El resto del clip, sí, es del estilo que imagináis y lo que predecía su adelanto: coches, neones, señoras con ropa ajustada y señoras que cantan señalando a Dios-sabe-qué. Vamos, un vídeo reguetón de contenido para todos los públicos.