En 2005, Mariah Carey salía al paso de sus últimos fiascos con un trabajo en el que decía romper con su yo anterior, presuntamente impuesto por sus sellos discográficos, y se presentó con un material nuevo y una personalidad propia en ‘The Emancipation Of Mimi’. Aquel disco arrasó, aunque aquella Mariah tardó poco en convertirse en la anterior y continuar su carrera como si nada hubiera ocurrido desde 1998.
Está por ver si a Rosa López le ocurre lo mismo con ‘Kairós’, pero de momento, el disco sí que se presenta como una absoluta ruptura con la Rosa anterior. Es más, el lanzamiento sigue, en cierto modo, el hilo del reality que ha grabado en Ten, en el que pretende soltar ataduras con la Rosa De España, Rosa La Triunfita o Rosa La Gorda. ‘Kairós’ es la herramienta musical que la lleva por el mismo camino.
Rosa López ha participado en la composición del disco, con la ayuda de Virginia Maestro (ganadora de ‘OT 2008’, otrora Virginia Labuat) y bajo la supervisión de Paco Salazar. El equipo ha sido seleccionado al menos con gusto, puesto que él trabajó previamente con gente como Raphael, Georgina, Amaia Montero o Nena Daconte. Es decir, que al menos, Rosa no iba a salirnos con covers de Mari Trini.
Veamos, antes de continuar con el análisis, cuáles son nuestros temas favoritos de ‘Kairós’:
Al Fin Pienso En Mí
El primer single es, de por sí, una declaración de intenciones en toda regla. Rosa López piensa en ella, da un volantazo a su carrera e intenta redirigirla con estos ritmos más Emeli Sandé, esos arranques soul-pop y ese estribillo que culmina con el título de la canción. Hay ciertas lagunas en el tema, podríamos preguntarnos por qué Rosa coloca la voz de forma tan impostada cuando lo canta, pero también podríamos ver, en la interpretación, cierto grado de chulería y a una Rosa más cómoda en su propio espacio que quiere reivindicar su libertad. Lamentablemente, el mensaje no queda claro del todo, porque Rosa modula demasiado su voz a lo largo del trabajo, y lo que ahora es chulería, en otras canciones queda simplemente como una dicción un tanto extraña.
Me He Prometido
Con unos arreglos muy ‘Love Yourself’ de Justin Bieber en las guitarras, y muy Ed Sheeran, de hecho, en la percusión, Rosa tiene entre manos otro single potencial, que, esta vez, si continúa con la actitud de fortaleza de ‘Al Fin Pienso En Mí’. “Me he prometido que no tienes más mentiras que contar, y que no me verás mendigando” dice Rosa, en una canción que vuelve a presentarla como alguien que sale victoriosa y aprendida de experiencias pasadas. La canción tiene, posiblemente, una de las estructuras más claras del disco, y de hecho, una de las pocas contundentes.
Tú Qué Me Das
Y finalmente nos quedamos con esta balada con arreglos militares que nos parece, posiblemente, lo más interesante de ‘Kairós’. Evidentemente Rosa no es Joaquín Sabina y no vamos a pedirle unas letras extremadamente elaboradas a sus composiciones, pero ‘Tú Qué Me Das’ es la más trabajada y directa de las canciones del disco, con un post estribillo instrumental que deja cierto saborcillo a Coldplay. Y sí, en ‘Kairós’ se evidencia que Rosa López ha perdido muchísima voz con respecto a su primer disco, pero en canciones como esta también deja claro que puede llegar a tener un tono de lo más agradable y aprovechar -y exprimir para bien- lo que queda de su torrente vocal.
El problema es que ‘Kairós’ tiene muchos baches en su recorrido: por cada canción interesante, hay unas cuantas que no lo son en absoluto, como en las extremadamente inocuas ‘Ahora Sé Quien Soy’ (el mensaje ha quedado claro), la algo más Malú ‘Sabe A Dolor’ o la balada final ‘Volverlo A Intentar’, que francamente, ni fu, ni fa. Después hay momentos algo confusos, como el arrebato disco-pop paupérrimamente ejecutado de ‘Puedes Creer’, o ‘Tú Lo Sabes’, que pinta más bien poco en el pack de temas, con un aura más de banda sonora de película Disney directamente lanzada en DVD.
A la hora de valorar ‘Kairós’, hay, sin embargo, un factor muy importante a tener en cuenta: el del valor que tiene como primer álbum cohesionado de Rosa, como la primera vez que la cantante busca un producto con su sabor propio, y que, a pesar de haber llevado a cabo con mayor o menor acierto, es cierto que tiene su sello impreso. No es un producto dance-pop colocado por el productor de turno, no es un disco de versiones de Dios Sabe Quién, no es la enésima intentona de hacer de Rosa un amago de alguna estrella con gran voz del ámbito internacional, incluso aunque en ‘Hermosas Mentiras’ se les haya ido la mano cogiendo prestada la base del ‘Hello’ de Adele.
No será un buen disco en su conjunto, pero sí puede ser el disco que presente a una Rosa que, con algo más de trabajo y un poco más de dirección artística, sea capaz de dejar, por fin, y casi cumplidos los cuarenta, un trabajo que la identifique y por el que se la recuerde pasados los años. Consideremos ‘Kairós’, por tanto, el primer paso de su emancipación.