Hace poco, cuando Justin Bieber se unía a David Guetta en ‘2U’, nos planteábamos si la fórmula ‘Purpose’ empezaba a mostrar signos de desgaste. Pues bien, esto empieza a ser más evidente con el lanzamiento de ‘Wasn’t Me’, el nuevo single de Barei, que estira el chicle hasta los límites, casi como estira la imagen de la espantosa carátula del propio single, bien planteada pero terriblemente mal ejecutada.
En ‘Wasn’t Me’, Barei sigue ahondando en esos ritmos pop tropicales, en esos estribillos que mezclan lo instrumental con la distorsión vocal, y con ese punto de hacernos bailar pero sin demasiadas ganas, preparándonos para unos versos que lo mismo van en clave de balada que de uptempo. Todo puede ser cuando una canción llega acompañada con este tipo de drop que sustituye a lo que debería ser el estribillo.
Y con Barei, la fórmula se ha agotado, a nuestro parecer. Le funcionó bien en ‘I Don’t Need To Be You’, pero aplicarla de la forma idéntica en su nuevo single ya resulta más cargante. Y es que lo poco gusta, y lo mucho cansa. Y vamos a ver, no tenemos a Barei por una Chenoa de la vida a la que le cuesta un esfuerzo horrible y horas de sudor goteando por su frente llegar a dar con un estribillo contudente.
Imaginamos a Barei en el estudio con la capacidad de sobra -la suya y la de su equipo, liderado por su pareja- de dar con un estribillo bien formulado: de hecho, ‘Say Yay’ tenía mucho más gancho que sus dos últimos lanzamientos, y no necesariamente dependía tanto de su drop instrumental. Había un pre-estribillo o cómo queramos llamarlo, que tenía un peso casi igual. Recuperemos esa fórmula, Barei, que estaba menos vista que esta, y que tampoco está dando especialmente unos resultados espectaculares: ‘Be You’ no ha llegado al millón de reproducciones en Spotify ni con el apoyo de Los40.
Hora de girar el timón al pop menos tedioso.