TOP 5 / Las mejores canciones de ‘Witness’, el álbum del cambio de Katy Perry

TOP 5 / Las mejores canciones de ‘Witness’, el álbum del cambio de Katy Perry

Katy Perry ha vuelto con ‘Witness’, el disco que más en la cuerda floja la coloca después del moderado éxito de ‘Chained To The Rhythm’, pero el escaso apoyo que el público ha dado a sus siguientes singles, ‘Bon Appétit’ y ‘Swish Swish’. El disco llega, además, con la intención de la cantante de librarse del personaje que hasta ahora ha dado vida a Katy Perry y deshacerse de tanta sobredosis de azúcar para dar forma a un proyecto más personal, real, y cercano a su persona.

Lo que es el clásico disco de “ahora vais a conocer a mi verdadero yo”. Dentro de su tracklist, encontramos algunas canciones interesantes, y estas son las cinco que hemos seleccionado como lo mejor de ‘Witness’, el cuarto y complicado disco de Katy Perry, que pasa a dejar de ser el ‘Teenage Dream’ del comprador pop al uso:

 

Roulette

En cuanto ‘Roulette’ arranca, a todo el mundo se le viene a la cabeza el ‘Sweet Dreams’ de Eurythmics, y es que es una de las canciones que mejor define el cambio de Perry a la electrónica algo más oscura. Katy se ha rodeado de pistas para el clubbing vintage, para gozar del baile pero en plan intensa, y esta es una prueba de lo que su nueva etapa puede aportar. ‘Roulette’ sigue teniendo uno de sus estribillos ultra-efectista, pero su envoltorio es bastante más sofisticado que el de proyectos anteriores.

 

Swish Swish

El club anthem por excelencia de ‘Witness’. Es la versión refinada de ‘Walking On Air’, una propuesta noventera para disfrutar del house de la época sin tener que sacrificar la producción como lo hizo en ‘Prism’ por darle un toque más juvenil al asunto. ‘Swish Swish’ parece ser su respuesta a ‘Bad Blood’, aunque Perry ha confirmado que se trata más bien de un himno anti bullying. Sea como fuere, es una canción que gana con las escuchas y nos devuelve a las remezclas de Morales a finales de hace un par de décadas. Sólo le hubiera faltado algún gancho extra en el estribillo para ser perfecta.

 

Déjà Vu

Es la canción que más carrerilla ha cogido en Spotify desde el lanzamiento de ‘Witness’, y ronda a estas alturas el millón de escuchas. La canción es un medio tiempo electrónico que muestra que, además de un cambio en el estilo musical de Perry, este también se da, y de qué manera en lo vocal. Katy Perry abandona los excesos vocales que sabe después imposibles en los directos, y maneja la voz de manera bastante más sabia durante tracks como este. ‘Dèjá Vu’ es el clásico grower que no es un single inmediato, pero podría quedar como uno de los mejores temas de su carrera.

 

Chained To The Rhythm

Purposeful pop. Otra de las intenciones de esta nueva Katy Perry que finalmente, ha quedado casi como algo más anecdótico que otra cosa dentro de ‘Witness’. En cualquier caso, el single de tinte social que es ‘Chained’ consigue de pleno su objetivo: entretener mientras se pone de manifiesto el problema de la sociedad actual como el actuar como un rebaño. Lo único malo de todo esto es que la Katy que quiere acabar con Katy, ha actuado como Katy durante toda su promoción. ¿En qué quedamos? ‘Chained To The Rhythm’ es, a pesar de todo, un primer single fantástico del proyecto.

 

Save As Draft

Si vamos a quedarnos con una balada de ‘Witness’, esta ha de ser ‘Save As Draft’. La melodía increscendo de los versos, esa deriva a un estribillo melódico de los de sacar la lagrimita, que lo mismo podía haber compuesto Sia pero a Dios gracias no es obra suya. ‘Save’ es la clásica canción de cierre de serie de televisión en la que todo el mundo se queda con el kleenex en la mano deseando que la escena no acabe. Es el punto de disfrutar del reposo en el disco, con una Katy que, insistimos, hace los esfuerzos vocales justos sin pretender cantar con un tono imposible como en ‘Firework’.

 

Esta casi media docena de temas se pueden sumar a otros bastante decentes, pero tampoco vamos a ignorar el hecho de que a Katy se le ha ido algo la mano con el tracklist del disco. De las 15 canciones que ha incluido en la versión estándar del álbum, podríamos pasar por alto lo aburrido de ‘Into Me You See’, donde Perry juega a ser Leona Lewis en cualquier banda sonora de blockbuster, el pop de refrito de temas como ‘Bigger Than Me’ o la electro intensidad de temas menos memorables como ‘Tsunami’ o ‘Power’, una colaboración con Jack Garratt a la que ambos podían haber dado otra vuelta más. Katy Perry hubiera bordado el disco de haberlo dejado en unas 10 canciones más redondas.

Eso sí, sigue mostrando habilidades pop como otras, y aunque al inicio de la promo esperábamos un disco más, erm, de música disco, al hilo de ‘Chained’, Katy consigue que caigamos en las redes de un puñado de temas electrónicos e incluso que pasemos por alto lo mal single que es ‘Bon Appétit’ por funcionar bien dentro del conjunto.

La cuestión con ‘Witness’ es saber ahora si esto va a funcionarle como a Pink ‘Try This’ -un álbum sin grandes cifras pero que sirve como punto y aparte para la continuación de su éxito-, o la entierra por siempre porque a nadie le interese demasiado Katheryn Hudson. Habrá que darle algo de margen de tiempo para ver qué dirección toma el asunto.

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