Bienvenidos a ‘OT: Segundo Asalto’, donde nuestro equipo de investigación, dotado de las mejores tecnologías como Youtube, un cuaderno de Hello Kitty y una agenda de 2004 que aún sirve porque los días sólo aparecen como numéricos y no como días de la semana, analizará los segundos lanzamientos de los chicos de ‘Operación Triunfo’. Porque sí, todos recordamos ‘Te Quiero Más’, ‘Vas A Volverme Loca’, ‘Vida’ o ‘Ellas’, pero… ¿sobrevivieron todos a su segundo asalto? Hoy, vamos con el que fuera el segundo single de David Bisbal.
¿En qué consiste?
En confirmar a David Bisbal como Rey Del Verano y Rey Del Estirar El Verano Hasta Donde A Él Le Diera La Real Gana. ‘Lloraré Las Penas’ lo alzaba con indiscutible gobernador de un país liderado por el ‘Caribe Mix’ y los brillantes lanzamientos de Vale Music, que en paz descanse. Para empezar, tenía el ritmo latino idoneo para bailotear en una verbena, era lo suficientemente hortera para que nos apasionáramos cantándola en los clubes como si se nos fuera la vida, y tenía los ganchos exactos para hacer tambalear los cimientos de la carrera de David Civera. Terminó colaborando con él, a modo de beso de la muerte.
‘Lloraré Las Penas’ tenía todo lo que podía pedírsele a la perfecta canción del verano: el ritmo latino con una instrumentación caribeña con vestido de faralaes, la pronunciación gramaticalmente incorrecta, la repetición incesante de palabras como “enamorao”, “corazón” o “lamento” y, sobre todo, un intérprete descamisado dispuesto a hacer uno de una Biodramina al terminar la coreografía del tema. Bisbal podía marearnos de lo lindo, pero ay, qué a gusto se quedaba uno tras pasar por clásicos así gin-tonic en mano.
Lo mejor de la letra
“Mi corazón esta en tus manos y no puedo rescatarlo
no sé cómo se libera un corazón enamorado…
esclavo de tu amor, vagabundo que agoniza de dolor.“
Bisbal, también Rey Del Drama. Lo divertido de ‘Lloraré Las Penas’ es que parece escrita en plena debacle emocional tras romper con alguien, con ese sentimiento de bipolaridad de lo-quiero-no-lo-quiero que embarga el cuerpo de uno. Sólo que maracas en mano. Los compositores de la canción estaban llorando amargamente sacudiendo sus maracas cuando le dieron forma a esto.
Porque claro, en este párrafo que hemos escogido, el corazón de David está en manos de otra persona, no puede rescatarlo, es un vagabundo (?), etc. Pero apenas segundos después, Bisbal afirma: “no te voy a perdonar, yo sé que no volveré a pecar, esas viejas trampas no funcionarán”. Ahora lo tiene claro, ahora no. Ahora agoniza de dolor, ahora se viene arriba hablándote de trampas que no funcionan. Ahora es un vagabundo, ahora es un pecador. Desde luego, si creíamos que había tocado techo con ‘Ave María’, nos quedamos a cuadros al verle en su etapa de depresión post-ruptura. Qué dignidad latina.
Lo mejor del vídeo
Mo. En plena etapa ‘Un Paso Adelante’, el surgir de Mo como icono del baile y perfecta sustituta de Pe cuando uno iba escaso de presupuesto fue un hecho. Mo estaba espléndida en ‘Lloraré Las Penas’, aunque se tiren todo el rato haciéndole primeros planos y de su baile sólo podamos intuir algún que otro movimiento. Vamos, que podía haber estado sentada en una silla moviendo los brazos únicamente, y el resultado hubiera sido el mismo.
Mo también brilla cuando, al final del vídeo, el fondo de chroma azul que envuelve a David se torna en una colección de llamaradas que ni la noche de San Juan, y aparece ella para marcarse con él un Edurne y Giuseppe Di Bella. Los dos bailando mientras el fuego hace arder el decorado, y finalmente se convierte en un corazón. Pista: la encargada de la decoración del vídeo podría haber sido Anne Igartiburu.
Impacto social con respecto al anterior single
Ha sido una dura batalla, pero le hemos dado la victoria a ‘Ave María’, por el impacto cultural. Sí, sí, ríete tú de ‘Lemonade’ de Beyoncé, o los clásicos de Nacha Pop. Dile a un treintañero que te cante ‘Ave María’ y seguramente podría hacerte hasta la vuelta con patadita sin fallar una sola palabra del estribillo. Con ‘Lloraré Las Penas’ el recuerdo permanece, pero reconocemos que el impacto fue algo menos, con todo el factor hit que la canción tiene.