Portugal ha ganado el Festival de Eurovisión con 758 puntos, más de 100 puntos por encima del país que ha conseguido la segunda plaza, y casi 400 puntos por delante del tercero en el marcador, una incomprensible Moldavia. La victoria de Salvador Sobral con ‘Amar Pelos Dois’ es extremadamente importante por varios motivos: la primera es que Portugal nunca había conseguido superar su sexta plaza de 1996, por lo que otorga al país y a su percepción del Festival de Eurovisión una dosis de oxígeno que bien podía venir necesitando. Pero la segunda razón es la que nos parece más relevante.
La victoria de Portugal este año se ha cargado todos los clichés habido y por haber en el Festival de Eurovisión: ni ha ganado por vecinismos (recibió dieciocho doces del jurado y doce del televoto), ni ha sido una victoria en inglés, ni ha tenido una gran puesta en escena protegiendo a su propuesta. La victoria de ‘Amar Pelos Dois’ ha sido la de la “canción” en Eurovisión. Una tendencia que ya parecía haber arrancado el pasado año con Jamala, aunque ‘1944’ obtuvo la victoria acompañada de más elementos visuales y de, desde luego, una carga socio-política indudable.
Salvador Sobral se ha cómido los tópicos y al público con una puesta en escena que no era más que él y su canción. Por primera vez en algún tiempo, lo que ha ganado en Eurovisión ha sido la canción y su intérprete. No ha habido adornos, no ha habido motivaciones estratégicas, no ha habido más que el aplauso a una buena canción. Por supuesto, es más que posible que los medios se ceben ahora con friqueces y debacles para disimular que quien ha ganado Eurovisión lo ha hecho a golpe de talento. Posiblemente da para más hacer ránkings de propuestas absurdas de este año que dedicarle cinco minutos a hablar de una maravillosa composición y de una interpretación única.
Gracias a Dios, Europa no son esos medios, y Salvador ha salido victorioso con una avalancha de puntos. ¿Curioso que su nombre sea Salvador, verdad? ¿Empezaremos a ver una Eurovisión con más calidad que cantidad después de 2017?