Una vez, hace años, dijo Natalia Jiménez, de La Quinta Estación, que “España tenía lo que España votaba”. Y efectivamente, aunque ella se refiriera al terreno político, la expresión se hace mucho más valida incluso si la aplicamos a lo televisivo: anoche, en directo en el prime time de Telecinco, Antonio ‘El Tekila’ se hacía con la victoria de la segunda edición de ‘Got Talent’, enfrentándose a número mucho mejores y más trabajados que el suyo.
Básicamente porque el de él no podía estar menos trabajado: se trataba de bailar un rock-twist o como os de la gana llamarlo de la forma más exagerada posible. Como número tontuno podía incluso tener su gracia, pero no en una final, y al menos ya podía haber movido las piernas al ritmo de la canción, porque ni eso consiguió el pobre hombre. Era el encargado de poner la nota de humor a la final, pero las cosas se terminaron yendo de madre.
Risto Mejide, que observaba atónito que el muchacho hubiera llegado tan lejos, abandonaba el programa cuando aún quedaban tres finalistas, alegando no querer presenciar lo que sabía que terminaría pasando, que el público, con votos gratuitos a través de la web de Telecinco, le daría la victoria al Tekila. Tras el abandono, Santi Millán trató de convencerle de que volviera por respeto a los concursantes, pero Mejide siguió en sus trece y no quiso ver el momento de gloria de semejante estupidez escénica.
El público terminó comparando la victoria del Tekila con la de Rodolfo Chiquilicuatre en la preselección Eurovisiva de 2008, pero posiblemente, encontraremos muchas más cagadas de la elección del público: pensad que, hace apenas semanas, fue el mismo público el que consideró que Rosa López era la segunda mejor imitadora de ‘Tu Cara Me Suena’.