Benidorm Fest celebra este año su quinto aniversario y a RTVE se le ve con ganas de levantar un poco de cabeza después de una discutidísima cuarta edición. Voy a ser franco, como querría María Pombo tras prender fuego a la biblioteca de Alejandría: el Benidorm Fest es una fantástica idea del ente público que no se ha sabido gestionar en condiciones desde el día uno. Año tras año, una serie de decisiones y elecciones lo han ido convirtiendo en un evento con un seguimiento decente en televisión pero sin ningún tipo de appeal para la industria musical extra-eurovisiva o para medios ídem.
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De cara a 2026 Benidorm Fest tiene ganas de reforzarse y levantar cabeza. Para ello se ha cambiado el equipo que lo forma, se ha ocultado el nombre del equipo elector de canciones hasta que estas estén publicadas y se han tomado varias decisiones que, creo, son acertadas, si llegan a aplicarse realmente y no se quedan solo en el papel —que con este Festival esto ya lo hemos visto antes—.
Recordemos que el ganador de este año se llevará un premio en metálico —los autores del tema, otro— para que sirva de aliciente para sostener una carrera posterior con la que, hasta la fecha, todos los ganadores han sufrido bastante. Además de eso, este 2026 se intentará potenciar el Festival como marca propia, dotándolo de más fuerte identidad más allá de Eurovisión. Esto ha sido algo importante a hacer desde el primer día, para que no solo pareciese la preselección que fue el pasado año, por ejemplo. Especialmente este año que RTVE está tensionando la cuerda de su participación en el Festival de continuar Genoveva Cida figurando en el cartel.
Benidorm Fest anunciará a sus participantes a mediados de octubre y ya ha anunciado que Sergio Jaén liderará el equipo creativo de la cadena, de modo que se garantice que los intérpretes que no cuenten con uno puedan desarrollar sus ideas en el escenario en igualdad de condiciones. RTVE explica también que, de llegar los artistas con un equipo propio, Jaén no tomaría las riendas del mismo.
Por otra parte, la cadena podrá pedir una prueba vocal a los candidatos para confirmar que tienen solvencia en el directo de no estar esta comprobada. Esta también es buena idea porque el año pasado prácticamente todas las performances sufrieron problemas de afinación y control vocal. Y fue bastante incómodo de ver cómo buenas ideas —lo de DeTeresa siendo el paradigma de esto— se quedaban fuera por una ejecución espantosa.
RTVE confirma también los ensayos con público, muy al estilo eurovisivo, lo que permitirá expandir la experiencia a mayor público durante los días de emisión y garantizará a los participantes la expansión de sus canciones en campañas en las que el ente público tenga capacidad de decisión. Algo que ya se ha venido haciendo en los últimos años y que posiblemente ha servido de aliciente para rostros más conocidos.
Quedan aún meses para la emisión de la quinta edición del Benidorm Fest y veremos de qué forma se aplican todas estas buenas intenciones, pero por ahora, queda bastante claro que la marca tiene intención de reflotar su imagen y que el equipo está moviendo ficha para que el Festival no se quede en una mera preselección en la que votar al elemento “más eurovisivo”. Algo que el año pasado nos devolvió al bottom five del Festival de forma tan evidente como justificada.
Crucemos los dedos.